Los presuntos líderes de la banda implicada en el secuestro y asesinato del hijo del basquetbolista Juan Manaure fueron ultimados en las cárceles de Tocorón y Tocuyito por instrucciones de los pranes de los mencionados centros penitenciarios luego de que no pudieran concretar el pago por el rescate del menor.
Al parecer los pranes ordenaron la ejecución de los sujetos luego de que fracasaran las negociaciones y se hiciera pública la información sobre el secuestro y la posible vinculación de una organización criminal que operaba desde las mencionadas cárceles.
Una versión indica que el sujeto apodado «El Oso» y los otros tres pesos murieron al tomar decisiones que no podían hacer sin tener el consentimiento de quienes controlan las actividades en ambas cárceles, esta acción se le conoce en el argot penitenciario como “chocar el carro”, indicó una fuente y por eso fueron ultimados: para dar el ejemplo.
Otra versión sobre la muerte de los cuatro sujetos apunta a que la orden se emitió luego de que no se cumpliera el mandato de liberar con vida al joven secuestrado.
«Cuando los que mantenían al adolescente decidieron seguir por su cuenta con el secuestro, condenaron a muerte a los cuatro organizadores que estaban en las cárceles de Tocuyito y Tocorón, la orden de liberarlo sano y salvo había sido emitida por lo que se denomina el hampa seria quienes al ver que no sólo no se cumplió con la orden, sino que además se habría asesinado al rehén, decidieron hacer justicia por su cuenta», indicó una fuente policial.
Hay detalles en la investigación que todavía se adelantan, como por ejemplo determinar el porqué el adolescente bajó de su casa a buscar el dinero cuando lo secuestraron, la pregunta que se hacen los pesquisas es si él conocía al sujeto apodado El Oso, o si el papel jugado por la supuesta prima que lo habría entregado fue más allá de informar sobre su víctima y habría sido determinante en la ejecución de la captura del menor.
DC|EU