Según un informe de BSA The Software Alliance, Argentina sería el país con mayor porcentaje de piratería de software de América latina. Un 69% del software instalado en el país es ilegal, frente a un promedio del 55% en la región latinoamericana, representando un valor comercial de u$s 554 millones, según esta organización internacional integrada por las principales compañías desarrolladoras.
De acuerdo con el informe, el problema está subestimado a nivel corporativo, ya que «los directores de informática estiman que un 15% de los empleados carga software sin su conocimiento; cuando en realidad lo hace un 26% de los empleados».
El trabajo advierte que «al utilizar software sin licencia, se incrementan los riesgos de ciberataques». Se pudo conocer que sólo en 2015, las empresas registraron la pérdida de casi 400.000 millones de dólares.
En este sentido, casi 430 millones de nuevas piezas de malware (software malicioso), fueron detectadas en esa práctica, un 36% más que en 2014. Ese mismo año, más de medio billón de registros de información personal fueron robados o perdidos debido a estos malos mecanismos empleados.
Los cálculos de BSA indican que las organizaciones enfrentan algún ataque de malware cada tres minutos. El uso de software sin licencia reduce la cantidad de impuestos que puede recaudar el gobierno y afecta la estructura de servicios para apoyar software en el mercado local.
DC/G