Quienes sufren de tensión arterial alta por causas desconocidas, trastorno definido como hipertensión esencial, tendrán una buena razón para sentirse optimistas: una bacteria aislada del queso guayanés evitó el desarrollo de la patología en ratas sensibles a la sal cuando fue suministrada como complemento alimenticio.
El estudio in vivo se prolongó por seis semanas consecutivas, tiempo en el cual se observó “una disminución de las presiones arteriales con la ingesta de Lactobacillus fermentum mezclada con la dieta”, explicó Lusliany Rondón, investigadora del Centro de Biofísica y Bioquímica del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y responsable del proyecto.
La mayoría de los experimentos a nivel mundial se realizan con el producto propiamente dicho, tales como leches fermentadas o yogurt; en este caso, con queso guayanés. Sin embargo, recibir la bacteria directamente sería equivalente a tomar un medicamento farmacológico convencional.
En algunas personas, el consumo de quesos artesanales podría ser contraproducente. En primer lugar, porque contienen altas dosis de cloruro de sodio, uno de los factores de riesgo para la hipertensión arterial esencial. En segundo lugar, porque no degradan el azúcar de la leche (lactosa).
La vulnerabilidad a la sal quedaría sin efecto cuando de queso guayanés se tratase, debido a la potencial protección otorgada por L. fermentum. Los intolerantes a la lactosa tampoco tendrían de qué preocuparse, pues la bacteria actuaría por su cuenta sin necesidad de ingerirlo.
De acuerdo con Rondón, la investigación se llevó a cabo con tres grupos de ratas: sanas, sensibles a la sal con dieta normal en cloruro de sodio, sensibles a sal con dieta alta en cloruro de sodio y sensibles a sal con dieta alta en cloruro de sodio más L. fermentum.
A partir de la segunda semana, las ratas desarrollan hipertensión de forma progresiva y sostenida cuando se les suministra la dieta con cloruro de sodio al 8% por vía oral. En cambio, cuando les damos L. fermentum de manera preventiva, no curativa, las presiones arteriales se controlan, aseguró la experta.
La especie L. fermentum es considerada probiótica, es decir, una bacteria saludable o “de las buenas”, que al permanecer viva en el intestino, genera importantes beneficios para el ser humano, como preservar el equilibrio de la microbiota intestinal y fortalecer el sistema inmune.
Otra característica de dicho microorganismo es su capacidad para acidificar lugares donde sólo ellas podrían sobrevivir. Por ejemplo, al volver más ácido el medio intestinal, “se favorece la absorción de minerales como el calcio y magnesio, muy importantes para el sistema óseo, disminuyendo su expulsión a través de las heces”, afirmó Rondón.
La experta afirmó que en el IVIC están estudiando la actividad de las enzimas ATPasa de sodio y sodio-potasio ATPasa, reguladoras del contenido de sodio de las células.
En las ratas alimentadas con L. fermentum, la actividad de la ATPasa de sodio fueron normales, lo que sugiere que hubo menos paso de sodio a la sangre. Esto significa que la ATPasa de sodio se mantiene estable en presencia de L. fermentum, indicó.
Por el contrario, en las ratas que consumieron cloruro de sodio únicamente, la actividad de la ATPasa de sodio se incrementó dos veces.
“Por primera vez en nuestro laboratorio y en el ámbito científico, estamos definiendo la regulación de la ATPasa de sodio por cloruro de sodio en ratas sensibles a sal, así como la función de L. fermentum en la hipertensión arterial esencial dependiente de sal”, precisó la investigadora del IVIC.
En Venezuela, las enfermedades del corazón representan la principal causa de muerte diagnosticada, como lo refiere el Ministerio del Poder Popular para la Salud en su Anuario de Mortalidad 2011.
El tratamiento de la hipertensión arterial suele incluir varios fármacos, que, en muchos casos, provocan efectos secundarios como la osteoporosis y no consiguen estabilizar al paciente.
“Si Lactobacillus fermentum contribuye con la normalización del flujo de iones dentro de la célula, entre otros resultados, a través de la actividad de la ATPasa de sodio, nos daría un indicio de que esa bacteria está actuando sobre un blanco terapéutico para la hipertensión arterial esencial”, aseveró Rondón.
Las ratas usadas para este proyecto fueron traídas de Estados Unidos y fueron reproducidas satisfactoriamente en el Bioterio del Centro de Biofísica y Bioquímica del IVIC. “Somos los únicos en el país en tener esta cepa y hemos logrado realizar la reproducción consanguínea y controlada de la misma”, acotó.
Estudiar el efecto de L. fermentum sobre la hipertensión arterial esencial en ratas sensibles a sal, forma parte de la tesis de maestría de Rubén Biomón, bajo la tutoría de Rondón. La identificación y el aislamiento de la bacteria del queso Guayanés, fue efectuada por Estalina Báez, adscrita al Laboratorio de Fisiología Molecular del Ivic y miembro del proyecto.
DC|EU