La comunidad internacional debe aplicar cuanto antes la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA) para contener la tragedia que aflige a los venezolanos, dijo el jueves 9 de marzo José Miguel Vivanco, Director de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW).
Vivanco –quien también mostró preocupación por la manera en que el proceso de paz de Colombia fue confeccionado– dijo que los países del hemisferio han malgastado un tiempo crucial promoviendo el diálogo entre la oposición venezolana y el régimen de Nicolás Maduro, advirtiendo que ese proceso no tiene probabilidades de éxito.
“La comunidad internacional debería dejar de perder el tiempo, promoviendo una opción [el diálogo] que ha demostrado ser ineficaz, errada, y que lo único que ha generado es oxígeno para el gobierno de Maduro”, expresó Vivanco en una entrevista.
“El problema de Venezuela no es la falta de diálogo [entre las partes]. El problema de Venezuela es que el Estado ha sido capturado por un régimen que actúa en términos autoritarios, no democráticos, cuyos principales gobernantes están involucrados con el crimen organizado, y cuyo propósito es aferrarse al poder”, manifestó.
Vivanco, cuya organización es una de las importantes ONG abocadas a la defensa de los derechos humanos, calificó de lamentables las recientes declaraciones emitidas por la Canciller de Colombia, María Ángela Holguín, a favor del diálogo.
“Esas declaraciones fueron muy desafortunadas. Realmente es difícil entender por qué Colombia insiste en una tesis fracasada que no corresponde a la realidad de Venezuela. Es muy difícil explicar esa miopía colombiana”, dijo.
Enfatizando en la crisis humanitaria por la que atraviesan los venezolanos por la escasez de alimentos y medicinas, Vivanco dijo que los países de la región deben utilizar con urgencia los instrumentos que otorga la Carta Democrática Interamericana para someter al gobierno de Venezuela a un proceso de escrutinio.
“Aquí lo que cabe hacer es exigirle rendición de cuenta al gobierno de Venezuela, y eso se hace cuando la autoridad regional se reúne y examina la situación de Venezuela a la luz de la Carta Democrática”, dijo.
“Se debe verificar si estos principios [democráticos] se están cumpliendo o no se están cumpliendo en Venezuela” a través del nombramiento de una comisión de alto nivel, conformada por jefes de estados o de cancilleres en ejercicio, agregó.
Vivanco dijo que esta intervención regional en el caso de Venezuela se ha vuelto muy urgente, dado que la situación en el país petrolero se encuentra en caída libre, y existe un alto riesgo de que el régimen responda con mucha más violencia y represión a un predecible incremento del descontento social.
“De lo que se trata es de evitar un deterioro aún mayor de las condiciones internas en Venezuela. Las circunstancias en las que viven los venezolanos ya son extremas. Pero yo creo que la comunidad internacional aún está a tiempo de tomar una posición responsable y seria frente a esta crisis”, expresó.
Al hablar sobre el Proceso de Paz de Colombia, Vivanco dijo que el país camina en la dirección correcta cuando busca maneras de terminar con el sangriento conflicto interno, y resaltó que el presidente Juan Manuel Santos no ha escatimado esfuerzos en tratar de obtener una solución negociada.
No obstante, Vivanco manifestó preocupación por la debilidad del Acuerdo de Justicia, que es uno de los distintos acuerdos que conforman el Proceso de Paz.
“Lo que en la práctica contempla ese acuerdo es impunidad para aquellos que han cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad. La desproporción entre la gravedad de los crímenes cometidos y las sanciones es enorme”, señaló Vivanco.
“Si esto sigue así, si esto logra implementarse, va a pasar a la historia como el primer caso donde un tribuna de derechos humanos condena a criminales de guerra y crímenes de lesa humanidad con penas que no son privativas de la libertad”.
Siendo la naturaleza de estos crímenes las más graves que existen, dado que se tratan de la sistemática y masiva ejecución de asesinatos, violaciones y torturas, etc., el dictamen de penas que ni siquiera contemplan el pago de “una hora en prisión” es inverosímil, dijo Vivanco.
“Eso es chocante […] Es un acuerdo que en la práctica fortalece más la impunidad que la justicia, y eso es sumamente grave”, enfatizó.
Según el acuerdo, los criminales de lesa humanidad solo están obligados a ejecutar obras comunitarias, dejando que ellos mismos propongan las actividades que van a desarrollar, por un período máximo de ocho años. Sin que ese periodo les imposibilite a que compitan por cargos públicos.
Vivanco expresó su preocupación que la falta de justicia que implica el acuerdo al final terminará atentando contra la sostenibilidad de la Paz en Colombia.
“Los píes del proceso, al menos en cuanto a las cuestiones relativas a la justicia por los crímenes más graves cometidos, son de barro […] Es un acuerdo donde todos ganan… menos las víctimas”, advirtió.
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