El zika, y sus perversidades, siguen sorprendiendo. Un nuevo estudio revela que también ataca el corazón.
Casi desde el principio de la epidemia se detectó que este virus daña el sistema neurológico y causa graves patologías como microcefalia en bebés y síndrome de Guillain-Barré en adultos, que puede hasta causar la muerte. También se conoce que tiene más formas de propagación que otros arbovirus como el dengue y el chikungunya. Pero lo de las cardiopatías graves ha sorprendido a médicos de todo el mundo.
Un estudio internacional, liderado por Karina González Carta, científica venezolana de la Clínica Mayo en Rochester, Estados Unidos, y con participación protagonista de pacientes y médicos del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela, detectó la presencia de anomalías cardíacas en personas que habían padecido zika.
Se trata del primer estudio de este tipo y fue llamado Miocarditis, insuficiencia cardíaca y arritmias en pacientes con zika. Sus conclusiones fueron presentadas en la 66 reunión científica anual del Colegio Americano de Cardiología.
Los investigadores seleccionaron a pacientes adultos sin historial de enfermedad cardiovascular. Así, escogieron a nueve, tres hombres y seis mujeres con edad promedio de 47 años. En ocho de ellos detectaron arritmia y en 66%, insuficiencia cardíaca.
Se sabe que otras enfermedades derivadas de la picadura de un mosquito, como dengue y chikungunya, pueden afectar al corazón. Por ello se creyó que lo mismo ocurriría con el zika, pero fue sorprendente la gravedad, incluso en esta pequeña cantidad de pacientes», comenta González Carta, cardióloga y autora principal del estudio.
El seguimiento a los pacientes se realizó en Medicina Tropical de la UCV desde los primeros días de haber contraído el virus de zika. Todos ellos manifestaron alteraciones cardíacas como palpitaciones, falta de aire y cansancio.
Primero les realizaron un electrocardiograma y, dado los resultados, decidieron realizar exámenes complementarios: ecocardiograma con monitor Holter por un día y resonancia magnética al corazón.
De los pacientes con arritmias, tres manifestaron fibrilación auricular; dos, taquicardia auricular no sostenida y dos más, arritmia ventricular. En seis de ellos también se registró insuficiencia cardíaca, siendo uno de ellos grave, con «fracción de eyección conservada», que ocurre cuando el corazón se pone rígido y no se relaja ni se llena de sangre como debería. Los otros cinco pacientes revelaron insuficiencia cardíaca con fracción de eyección baja, que es cuando el corazón no bombea bien la sangre.
A los pacientes se les realiza tratamiento desde julio de 2016 y, aunque los síntomas de todos mejoraron, las anomalías continúan presente en todos ellos.
La cardióloga González Carta enfatizó en la importancia en que pacientes y médicos estén atentos a la condición cardíaca que puede causar el zika.
«Deseamos que los pacientes con síntomas de zika estén conscientes de esos problemas cardíacos, porque podrían no conectar las dos cosas. Lo mismo aplica para los médicos, porque podrían enfocarse en los síntomas del zika y no pensar en los problemas cardíacos», concluyó.
Los otros investigadores venezolanos, de Medicina Tropical de la UCV, que participaron en el estudio fueron Iván Mendoza, Igor Morr, Francesca Misticchio, Yolimar Meza, Vicente Finizola, Gerardo Chazzin y Juan Marqués. También participaron científicos del hospital estadounidense Jackson Memorial.
DC|EU