Cuatro mujeres latinas, encabezadas por Diana Carrillo, se mostraron muy indignadas por el trato que recibieron en un restaurante de Huntington Beach, en California, en donde uno de los meseros les pidió su comprobante de residencia para poder atenderlas.
El peculiar suceso se produjo el 11 de marzo al interior del Saint Marc Pub-Café y fue denunciado por Diana a través de su cuenta de Facebook, en donde compartió detalles del trato discriminatorio del que fueron objeto.
«Algunas amigas y yo fuimos al Saint Marc’s en Huntington Beach. Mi hermana y una amiga fueron las primeras en sentarse y el mesero les preguntó por su prueba de residencia cuando ellas ordenaron una bebida. Mi amiga incrédula repitió lo que él había dicho y él respondió ‘Sí. Necesito asegurarme de que son de aquí para atenderlas», les dijo el mesero a las sorprendidas clientas.
Acto seguido, Diana y otra amiga se sentaron en la misma mesa, por lo que de inmediato el mesero se les acercó y también les pidió que le mostraran su prueba de residencia.
«Sin saber lo que les había pasado a ellas, una amiga y yo nos sentamos en la mesa y el mesero regresó y nos pidió nuestra prueba de residencia. Después de digerir todo lo que nos había dicho, nos levantamos y fuimos a hablar con el manager. Por unos segundos pensé que quizá estaba bromeando, pero el hecho de que dijera ‘Necesito asegurarme de que son de aquí para atenderlas’ fue completamente inaceptable», continuó Diana, quien es hija de inmigrantes.
La clienta terminó su texto lamentando el trato que recibieron y deseó que el mesero recibiera un severo castigo por su comportamiento.
«¿A cuántos más les habrá dicho esto también? Espero que este empleado sea reprimido por sus acciones. Ningún establecimiento debería tolerar estos actos discriminatorios por parte de sus empleados», fue como la clienta concluyó su texto.
Fue tal el impacto que tuvo su queja, que el restaurante decidió despedir al mesero y ofrecer una disculpa pública a sus comensales, al asegurar que no comparten el pensar de su exempleado.
«Este tipo de comportamiento no es representativo de la marca St. Marc y no será tolerado», escribió el establecimiento por medio de un comunicado.
Además de sus disculpas, el restaurante se comprometió con Diana a donar el 10% de sus ganancias de un fin de semana a la fundación que ella quisiera, siendo la Orange County Immigrant Youth United la elegida.
DC/HC