Veintitrés ciudadanos surcoreanos, identificados como misioneros cristianos evangélicos, fueron secuestrados en Afganistán el 19 de julio pasado por un grupo de terroristas talibanes en la región de Ghazi. Uno de ellos, un pastor evangélico, ha sido ejecutado por los terroristas.
Los terroristas interceptaron el autobús en el que viajaban los misioneros evangélicos secuestrados en la localidad de Qara Bagh cuando viajaban en un autobús entre la sureña Kandahar y la capital del país, Kabul, en la región de Ghazni.
El secuestro de los 23 surcoreanos, 15 de ellos mujeres, se produjo el pasado jueves 19 de julio. Posteriormente fueron reunidos con dos ingenieros alemanes tomados como rehenes el día anterior en la vecina ciudad de Maidan Wardak. Uno de los ingenieros alemanes ha sido ya asesinado.
Amenazas de muerte
Los talibanes amenazaron con matar a los 23 misioneros surcoreanos -con edades comprendidas entre los 20 y los 42 años- y al ingeniero alemán superviviente que tenían como rehenes. El portavoz talibán, Qari Mohammad Yousif Ahmadi, dijo que esperan de las diferentes autoridades que respondiesen a sus demandas.
Matan a un pastor evangélico
La primera de las exigencias de los talibanes, la retirada de los 200 soldados surcoreanos integrados en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), ya ha sido aceptada por Seúl, que ha anunciado y tiene prevista la salida de sus tropas del país a finales de este año.
Pero los talibanes renovaron el pasado miércoles 25 de julio su amenaza de matar a ´algunos´ de los 23 rehenes surcoreanos si no progresaba la negociación para lograr su otra petición: canjearlos por terroristas presos, poniendo en dificultad al Gobierno de Afganistán, totalmente reacio a ese tipo de exigencias.
´Hemos dado una lista de ocho prisioneros para un intercambio, pero la administración de Kabul trata este asunto con indiferencia´, declaró Yusuf Ahmadi, portavoz de los terroristas. ´El ultimátum ya ha expirado. Vamos a matar a algunos de los surcoreanos hoy a las 14H00 si no vemos ningún avance en las negociaciones´, agregó el pasado miércoles 25 de julio.
Cumpliendo su amenaza, Bae Hyung-kyu, uno de los 23 surcoreanos secuestrados en Afganistán fue ejecutado. Se trata de un pastor evangélico de 42 años, que lideraba al grupo de misioneros. Tras asesinarlo con varios disparos (el cuerpo de la víctima tenía diez heridas de bala en la cabeza, el pecho y el estómago), arrojararon su cadáver cerca de donde el grupo fue secuestrado la semana pasada.
Tras este asesinato, el último plazo con la amenaza de matar a más de los 22 misioneros restantes finaliza al mediodía del viernes 27 de julio. Aunque, de momento, no ha habido más muertes. “Desde el último ultimátum, ningún otro surcoreano ha sido ejecutado. Están todos vivos”, declaró a Reuters por teléfono el ya mencionado portavoz talibán en la mañana de hoy jueves.
Sin embargo, pese a esta declaración, la realidad es que el resto de evangélicos está bajo amenaza de muerte si no se responde a la exigencia terrorista de un primer canje de ocho rehenes a cambio de la liberación de ocho talibanes actualmente presos en cárceles de Afganistán.
Oraciones por los misioneros
El número de misioneros cristianos protestantes surcoreanos en Afganistán se estima en 120. Las diversas iglesias evangélicas de todo el país acogen en estos días a ciudadanos surcoreanos que se han reunido en ellas para orar por los secuestrados.
Los 23 coreanos pertenecen a la “Iglesia Saemmul” de Bundang, una ciudad situada a las afueras de la capital surcoreana. La mayoría de ellos tiene entre 20 y 30 años, y en él hay enfermeras y profesores de inglés, que acudieron a Afganistán para realizar tareas de ayuda humanitaria.
El envío de misioneros a Afganistán ha desatado críticas en Corea del Sur. “Deberíamos pensar en quiénes somos y adónde vamos con nuestro trabajo de misión”, afirmó Park Jong-soon, ex presidente del Consejo Cristiano de Corea, la mayor organización de iglesias protestantes del país.
Papel de Corea del Sur
El Gobierno surcoreano ha formado un comité de coordinación con la embajada surcoreana en Afganistán.
En Afganistán, un país en el que han muerto más tres mil personas víctimas de la violencia en lo que va de año, hay desplegados actualmente unos doscientos soldados surcoreanos dedicados a las labores humanitarias de reconstrucción del país.
Agencias