Una de las fabulas más conocidas es la del lobo y el pastor mentiroso, para los que no la han leído o escuchado les comento que se trata de un pastor a quien le habían dado la responsabilidad de cuidar un rebano de ovejas, a este se le ocurrió la gran idea de bromear con todo las personas que le dieron esa responsabilidad, la burla consistía en mentir acerca de la presencia de un lobo que comería de ellas, cada vez que el grupo de personas escuchaba el grito de “auxilio” estos se acercaban para defenderlas, pero lo que encontraban era al pastor ahogado en risas y burlándose de ellos, hasta que en la tercera oportunidad, la gente no acudió en su defensa y el pastor tuvo que afrontar la dura realidad de verse cara a cara con el lobo sin ayuda.
¿Hace 19 años, cuantas personas nos advirtieron que en Venezuela se implementaría un sistema como el cubano? Inclusive, fue uno de los temas usados en la campana electoral para tratar de frenar el avance de Chávez al poder, nada fue suficiente para detenerlo y el hombre con el látigo en la mano y la “paila de freír cabezas” llego al poder.
Las advertencias de la “cubanización venezolana” iban y venían, eran un tema cotidiano de cualquier reunión social, siendo las respuestas siempre las mismas: “Venezuela no es una isla” “Venezuela tiene petróleo” “son otros tiempos” “Venezuela tiene una arraigada cultura democrática” “eso es imposible que ocurra”, así como otras respuestas similares.
Las advertencias no se agotaban, pero el “boom petrolero” todo lo ocultaba, distraídos en ver como cada quien mordía un pedazo de la torta, los “petrodólares” se habían convertido en algo parecido a los “coroticos” de las piñatas, que cuando caen, padres y niños se pelean por agarrar la mejor parte del botín. El ejemplo clásico fue Cadivi, desde los “raspa cupos” hasta las empresas fantasmas, que fueron capaces de traer contenedores vacíos o con comida que después abandonaban.
Han pasado 19 años y las advertencias se convirtieron en realidad, hoy ondean en nuestros cuarteles militares las banderas de Venezuela y Cuba, en nuestras instituciones públicas y dispensarios médicos la presencia e imagen cubana es evidente, así como los escases, racionamiento, control cambiario, secuestro institucional, carencia Democrática, deterioro de los servicios públicos, inflación y grupos armados (colectivos) listos para suprimir cualquier intento de protesta son características similares del sistema cubano.
Ahora bien, esta realidad no significa que estemos condenados, siempre hay tiempo para rectificar y colocar las cosas en orden, hay aproximadamente un 95% de venezolanos que han confesado en diferentes encuestas no estar de acuerdo con lo que está sucediendo, y más del 80% desea un cambio, es evidente que la aspiración de bienestar es una característica del ser humano y es allí el fundamento de la Esperanza, por eso el papa Francisco con firmeza y seguridad afirma que “la Esperanza nunca defrauda” y más temprano que tarde, en Venezuela y Cuba prevalecerán acontecimientos que devuelvan el bienestar social.
A excepción de Dios, nadie sabe cuándo o como ocurrirán, quizás algunos estén en pleno desarrollo pero lo cierto es que ocurrirán, recordemos que los tiempos colectivos son distintos a los individuales, no podemos esperar que ambos vayan de la mano, quizás esto explique en muchos casos sentimientos de decepción y desesperanza en algunas personas que desean cambios sociales dentro de su tiempo biológico, se les olvida que la sociedades no mueren, nosotros no podemos decir lo mismo, por lo menos en la vida terrenal.
DC / José Lombardi / @lombardijose