Como era de esperarse, cuando las voluntades se juntan por un fin superior dejando de lado las individualidades ocurre el milagro, los hechos indican que el liderazgo opositor, no todos hasta ahora, pero si la mayoría, se han puesto de acuerdo para finalmente poner en jaque al Gobierno, el llamado a la presión en la calle ha sido unísono y de continuar sumando factores puede convertirse en tsunami de esperanza y cambio.
Estas próximas semanas para los venezolanos tiene dos fechas simbólicas muy importantes, hoy los cristianos celebramos la entrada triunfal de Jesús de Nazareth a Jerusalén y con ello el inicio de la Semana Santa y el miércoles 19 de abril la fecha crucial que llevo a Venezuela hacia la independencia del dominio y tiranía española.
Ambas fechas pueden servir de inspiración en la lucha intensificada de los últimos días por el cambio político y social que aspiramos la inmensa mayoría de los venezolanos (90%), es absurdo que el oficialismo gubernamental niegue este deseo mayoritario de cambio que quedo claramente expresado el 06 de diciembre de 2015, al igual que el mar, puedes represarlo, pero tarde o temprano la fuerza de este lo derribara para seguir fluyendo por su cauce natural.
Así como el mar, somos las almas humanas, la libertad para nosotros no es una opción, somos libres por naturaleza, quizás este argumento fue uno de los que impulso a la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) a publicar recientemente un valiente comunicado en donde invita al pueblo venezolano “a tomar conciencia y a actuar de manera pacífica pero contundente ante la arremetida del poder. No se puede permanecer pasivos, acobardados ni desesperanzados, tenemos que defender nuestros derechos y el de los demás”.
Hoy como el 19 de abril de 1810, por cierto, aquel día era Jueves Santo, la iglesia católica vuelve con valentía a exhortar al pueblo a revelarse contra la opresión, tal como lo hizo el presbítero Jose Cortes de Madariaga a la multitud que escuchaba al gobernador español Vicente Emparan.
El reto más grande que tenemos los venezolanos en están semanas decisivas es luchar contra nosotros mismos, derrotar la cultura “bochinchera” en los momentos serios como el que estamos viviendo y sustituir una semana de playa y diversión por una de lucha, reflexión y cambio.
DC / Jose Lombardi / @lombardijose