El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, criticó este viernes la situación en Venezuela, donde dijo que no debería haber «presos políticos ni muertos en las manifestaciones», y consideró que se requiere «una transición ordenada».
«No queremos entrometernos en la situación de otro país hermano, pero no tiene que haber presos políticos ni muertos en las manifestaciones», dijo Kuczynski en un pronunciamiento oficial.
El mandatario aseguró que en su Gobierno están «muy preocupados por lo que pasa en Venezuela» y consideró que «tiene que haber una transición ordenada».
Kuczynski explicó que trabaja con otros Gobiernos para promover «el respeto a la democracia» en Venezuela y «promover la ayuda humanitaria que ese país se niega a recibir, pero que es muy importante para la salud de los venezolanos».
«Saludos a Venezuela, te ayudaremos si lo necesitas. Estamos todos aquí contigo», concluyó Kuczynski, quien desde que asumió la Presidencia de Perú aboga por crear una liga de países que atienda la crisis venezolana.
El gobernante peruano tenía previsto reunirse este jueves en Lima con el presidente del parlamento de Venezuela, Julio Borges, pero este canceló la visita tras las muertes registradas en las protestas antigubernamentales.
El Ejecutivo peruano retiró de manera definitiva a su embajador en Caracas, Mario López, y mantiene contactos con otros países americanos para aplicar a Venezuelala Carta Democrática Interamericana después de que el Tribunal Supremo de Venezuela pretendiera asumir las funciones del Parlamento.
Perú y Venezuela mantenían hasta entonces una relación tirante después de que la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, calificara a Kuczynski de «cobarde» y «perrito simpático del imperio», lo que llevó al Gobierno de Lima a llamar a consultas a su embajador.
Las aseveraciones de Rodríguez fueron realizadas después de que el gobernante peruano dijera en una conferencia en Estados Unidos que Latinoamérica es como «un perro dormido en la alfombra» para Washington, porque no causa problemas, con excepción de Venezuela.
Las manifestaciones de la oposición venezolana comenzaron hace unas tres semanas después de que el Tribunal Supremo asumió las facultades del Parlamento, una decisión que después revocó, a petición del Gobierno.
La oposición venezolana ha responsabilizado de las muertes durante la protestas a las fuerzas de seguridad que han reprimido las manifestaciones, mientras que el Gobierno de Nicolás Maduro ha acusado al antichavismo de sembrar «odio» en los ciudadanos, lo que ha llevado a estos fallecimientos.
Además, las protestas han dejado cientos de heridos y más de 550 detenidos, de los cuales 334 siguen privados de libertad, según la ONG Foro Penal Venezolano.
DC | EFE