Los médicos que atendieron a un hombre en el hospital de Dong Ren no salían de su asombro al ver lo que el paciente, que llegó con un fuerte dolor intestinal, tenía en su interior: le extirparon una anguila que lo destrozó. Lo hizo porque no podía ir al baño.
El hombre llegó «inflado como un globo de aire”, según declaraciones de uno de los médicos al Diario de Cantón.
El doctor explicó que la anguila tenía la cabeza del tamaño de una pelota de tenis de mesa y había provocado un «desastre” en la cavidad abdominal del hombre hasta «casi matarlo”. Todo empezó, según pudo contar la víctima, que se había introducido la anguila viva porque había escuchado que era un buen remedio para ir de cuerpo.
Las anguilas, un tipo de pez muy común en el sur de China, tienen unas mandíbulas puntiagudas y su fisonomía les permite deslizarse con facilidad en superficies como la arena y el barro.
DC/EI