A la avena se le conoce también como la reina de los cereales por los múltiples beneficios que tiene para la salud y las vitaminas y minerales que contiene. A continuación, presentamos las once formas en las que consumir avena puede mejorar el funcionamiento de tu cuerpo.
Debido a su buena cantidad de fibra soluble, la avena ayuda a digerir los alimentos y regula el sistema digestivo. Consumir avena evita el estreñimiento y facilita el tránsito intestinal. También, un vaso de agua con una cucharadita de hojuelas alivia el reflujo y la acidez.
Consumir el grano todos los días es una buena forma de bajar los niveles de triglicéridos y colesterol malo de la sangre. Gracias al ácido linoleico y fibra que posee, la avena impide que el colesterol pase al intestino. Al mismo tiempo, también la fibra va barriendo los depósitos de grasa que se acumulan en las paredes de las arterias. Todo esto protege al cuerpo de desarrollar hipertensión, de un infarto o cualquier otro problema cardiaco.
La avena es altamente recomendada para los diabéticos, puesto que su fibra soluble estabiliza los niveles de azúcar. Debido a que reduce la absorción de azúcar en el intestino, también disminuye los niveles en la sangre. Es importante señalar que, a diferencia de otros cereales, este grano en particular aporta más hidratos de carbono que otros tipos de fibra.
Como es muy rica en proteínas, consumirla favorece la producción y el desarrollo de tejidos nuevos en el cuerpo.
La avena, al igual que otros granos vegetales, tiene infinidad de sustancias fotoquímicas, las cuales son químicos de origen vegetal que tienen relación con la prevención del desarrollo de cáncer. Los fitoestrógenos y los lignanos que se encuentran en este grano tienen una correlación con la disminución en el riesgo de las hormonas relacionadas con el cáncer de mama. Aún se está investigando el efecto favorable de los componentes fotoquímicos de la avena en otros tipos de cáncer como el de endometrio, ovario y el de próstata.
Un desayuno de avena mantendrá satisfecho al organismo por más tiempo que uno de cereal con leche. Esto es debido a que la avena posee carbohidratos de absorción lenta, lo que permite un efecto de saciedad más prolongado y un mayor control de los niveles de azúcar en la sangre.
La avena posee una buena cantidad de calcio, lo que ayuda a evitar la desmineralización de los huesos.
Las hojuelas de este grano tienen una poderosa acción limpiadora sobre la piel. Absorbe toda la suciedad y residuos que se acumulan en los poros, higienizando de forma profunda. De esta manera, se convierte en una forma natural de mantener balanceado el pH de la piel sin maltratarla. También los aceites que contiene la avena son excelentes para evitar la deshidratación de la piel. Asimismo, la avena puede ser muy relajante y ayuda a conciliar el sueño.
Tomar avena en el desayuno todos los días contribuye a que las personas mantengan controlado su peso y a que lo bajen de forma paulatina. Se pueden consumir los copos de avena con un vaso de leche o mezclados con yogur. La cantidad recomendada es de dos cucharadas diarias para que no nos excedamos en el aporte calórico.
Las vitaminas como la B1 y la B2 son esenciales para el correcto funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Alrededor de 100 gramos de avena cubren el 40% de las necesidades diarias de vitamina B1.
El consumo de avena previene el hipotiroidismo, ya que contiene yodo, mineral que hace funcionar de forma correcta la glándula tiroidea.
La avena puede ser consumida por todas las personas sin importar su edad. No se tiene constancia ni se han descrito contraindicaciones por el consumo de avena siempre y cuando se ingiera en las dosis adecuadas y recomendadas. No obstante, hay un pequeño grupo de personas que puede presentar alergia a la avena.
Para preparar un delicioso y distinto plato de avena para iniciar el día se necesita:
Forma de prepararla…
DC/AGENCIAS