El Gobierno de Venezuela aplazó para mañana la formalización de su salida de la Organización de Estados Americanos (OEA), algo que tenía previsto hacer hoy, según informaron fuentes diplomáticas.
Dichas fuentes no explicaron el motivo del aplazamiento y aseguran que el proceso se iniciará este viernes, aunque por el momento no hay ni hora ni tampoco confirmación de si el encargado de hacerlo será el embajador en la OEA, Samuel Moncada, o la representante alterna Carmen Luisa Velásquez.
La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, había confirmado horas antes en Caracas que su Gobierno, como anunció el miércoles, entregaría hoy a la Secretaría General de la OEA en Washington la carta para retirarse «definitivamente» de la organización.
El proceso para pedir la salida de la OEA, algo que ningún Estado ha hecho hasta ahora, comienza con que el Gobierno del país en cuestión presente una comunicación escrita a la Secretaría General en la que se anuncie la decisión de denunciar la Carta de la OEA, su documento fundacional de 1948.
«Transcurridos dos años a partir de la fecha en que la Secretaría General reciba una notificación de denuncia, la presente Carta cesará en sus efectos respecto del Estado denunciante, y este quedará desligado de la Organización después de haber cumplido con las obligaciones emanadas de la presente Carta», indica el artículo 143 de la Carta de la OEA.
Así, hasta que transcurran esos dos años, el país en cuestión es «miembro pleno con todos sus derechos y obligaciones», explicó este miércoles a Efe el secretario de Asuntos Jurídicos de la OEA, Jean Michel Arrighi.
Entre esas obligaciones está pagar la deuda pendiente de su cuota como miembro de la OEA, que hasta diciembre de 2016 ascendió a 8,7 millones, mientras que este año aún no ha pagado los 1,8 millones que le corresponden en función de criterios socio-económicos.
Pero esas obligaciones no son solo económicas, ya que la Carta de la OEA estipula que los Estados miembros deben respetar la democracia representativa, los derechos humanos, la separación de poderes y la libertad de expresión, precisamente los elementos que el secretario general de la organización, Luis Almagro, y un grupo de entre 14 y 20 países piden al Gobierno venezolano que respete.
Almagro todavía no se ha pronunciado públicamente al respecto, pero la noche hoy podría hablar del tema cuando recoja el premio «Libertad» que le entrega la organización independiente Freedom House precisamente por su «defensa de la democracia» en Venezuela y su trabajo «por los presos políticos y sus familias» en ese país.
DC | EFE