Doce policías asesinados por narcos colombianos en menos de 15 días
Doce policías fueron asesinados y otros 35 resultaron heridos en los últimos 15 días en diferentes ataques atribuidos al Clan Usuga, la principal red de narcotráfico de Colombia.
El subdirector de la policía, general Ricardo Restrepo, dijo el miércoles en rueda prensa que no puedo decirles a los colombianos que estemos tranquilos, lo que sí puedo decirles es que tengo fe y que tengan la plena seguridad que seguiremos con nuestras actividades de inteligencia, de investigación criminal para capturar a los actores de estos crímenes.
Según el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, los asesinatos de policías son una venganza por los operativos en los que las fuerzas de seguridad han decomisado cocaína y bienes y han capturado a centenares de integrantes del Clan Usuga. En las últimas dos semanas las autoridades han realizado más de 30 operativos contra el Clan Usuga donde fueron capturados 30 miembros de esa red internacional.
El denominado Plan Pistola consiste en atacar a los uniformados paras mermar el accionar de la policía. De acuerdo con las autoridades el grupo ilegal inclusive paga a sicarios más de 600 dólares por cada policía muerto.
Los asesinatos de policías se han registrado en 16 de los 32 departamentos del país, especialmente en Antioquia, Norte de Santander, Meta y Barranquilla.
En una información interna que fue difundida por la prensa local la policía advirtió a sus 180.000 miembros de posibles atentados del Clan Usuga especialmente en las ciudades de Medellín y Bogotá.
El gobernador de Antioquia, Luis Pérez, dijo a periodistas que los más de 9.000 efectivos de ese departamento están en máxima alerta para cualquier eventualidad de última hora?.
El Clan Usuga surgió una década atrás cuando muchos miembros de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia no quisieron acogerse a una desmovilización propuesta por el gobierno.
La organización es liderada por Dairo Antonio Usuga, por quien el gobierno de Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares.
DC/AP