Roger Ailes, el maestro de las comunicaciones que transformó los noticieros televisivos al crear el canal Fox News y fue luego destituido de su imperio mediático en medio de acusaciones de acoso sexual, murió el jueves, dijo su esposa, Elizabeth Ailes. Tenía 77 años.
Activista republicano que asesoró a candidatos conservadores como Richard Nixon, Ronald Reagan y George H.W. Bush, y en una ocasión al presidente Donald Trump, Ailes creó una cadena de TV que cambió el rostro de los noticieros de 24 horas. A comienzos de 1996 aceptó la oferta del empresario de medios Rupert Murdoch de crear una red noticiosa desde cero que fuera capaz de competir con CNN y otros canales que éste consideraba izquierdistas.
En octubre de ese año salió al aire Fox News, que en pocos años llegó a convertirse en primero en sintonía entre los canales de cable. Se convirtió además en una potencia política, aunque Ailes rechazaba señalamientos de que era un canal de derecha e insistía en el lema de la empresa: «Fair and Balanced» (?Justo e Imparcial?).
A mediados de 2016 Ailes, quien seguía al frente de la cadena, se preparaba para celebrar el 20mo aniversario de Fox News.
Pero en poco más de dos semanas, tanto su legado como su trabajo se descompusieron tras las denuncias de una antigua presentadora que lo acusó de haberla obligado a renunciar luego que ella rechazó sus avances sexuales. La demanda presentada el 6 de julio por Gretchen Carlson desató rápidamente declaraciones de más de 20 mujeres con historias similares de presunto acoso por parte de Ailes, ya fuera en contra de ellas o de alguien a quien conocían.
Según los reportes, una testigo clave fue Megyn Kelly, famosa presentadora de la cadena cuya voz brilló por su ausencia en el coro de hombres y mujeres que se pronunciaron a favor de Ailes. Pero pese a los desmentidos de Ailes, el presidente de 21st Century Fox, Rupert Murdoch, y sus hijos James y Lachlan resolvieron que éste debía dejar su puesto. El anuncio se hizo el 21 de julio.
Antes de la explosiva demanda de Carlson, el éxito tremendo de Fox y sus enormes ingresos (algunos estiman que generaba un cuarto de las ganancias de su compañía matriz) protegieron a Ailes de cualquier sospecha así como de sus pasados roces con los hijos de Murdoch en torno a quién era su superior inmediato.
Su despido fue una caída vertiginosa y una derrota impresionante para Ailes, un hombre que toda su vida pareció estar buscando pelea y que estaba acostumbrado a ganar.
Audaz, corpulento y grandilocuente, era famoso por nunca rendirse, por ser beligerante y temperamental, siempre al borde de un arranque de ira.
Este estilo agresivo le resultó útil a los 27 años, cuando se apuntó un trabajo con Nixon, quien buscaba volver a la política en la contienda presidencial de 1968.
Nixon, cuya candidatura a la Casa Blanca había recibido un golpe ocho años antes en un debate televisado contra su preparado rival John F. Kennedy, fue un reto que Ailes aceptó con ganas en un momento en que, como sabía mejor que nadie, la TV podía llevar a un candidato al éxito o al fracaso. Al concluir que los televidentes nunca se entusiasmarían con Nixon, como tampoco los medios, Ailes creó una fórmula ganadora empaquetándolo en reuniones municipales montadas en la TV como un hombre cuya inteligencia respetaría la audiencia.
El resto de su carrera, Ailes hizo uso de dotes teatrales, políticas despiadadas y una habilidad inigualable para reconocer el poder comunicacional de la TV antes que sus adversarios, empleándolo mejor.
Nacido en Warren, Ohio, el 15 de mayo de 1940, Roger Eugene Ailes describió su vida en el seno de una familia de clase trabajadora con tres palabras: «Dios, campo, familia».
Aquejado con hemofilia, pasó gran parte de sus primeros años confinado, y fascinado, frente al televisor, y tras graduarse de la Universidad de Ohio consiguió un cargo de ingresante en un canal en Cleveland que acababa de estrenar un programa de tertulia y entretenimiento con un cantante llamado Mike Douglas.
En 1984, ayudó al presidente Reagan a recuperarse de su desastroso debate inicial con el opositor demócrata Walter Mondale. Y en 1988, orquestó la campaña mediática del vicepresidente George H.W. Bush en su contienda por la presidencia. Fue una campaña ampliamente vista como ruin y despreciable a partes iguales.
Para el 2002, Fox News lideraba los ratings de día y de noche, en el horario estelar, donde puso a una serie de presentadores encabezados por Bill O’Reilly y Sean Hannity.
Ailes ayudó a cotizar al comentarista de derecha Glenn Beck, y creó un salón virtual para antiguos y futuros grandes nombres del Partido Republicano, que encontraron una plataforma acogedora en el canal.
Entre sus contrataciones estuvieron la de Carlson, que llegó a Fox News proveniente de CBS News en el 2005, y la de Kelly, una abogada convertida en periodista de TV que se unió a la cadena en el 2004 y que una década después fue una de sus más grandes estrellas.
Aunque los ratings continuaban subiendo, en años recientes el poder de Ailes fue desafiado. Pareció incapaz de evitar el ascenso de Trump como candidato republicano para las elecciones del 2016. Para mediados de ese año, Ailes y Trump parecían haber llegado a una tregua: Fox News se subió a la causa de Trump y viceversa. Resultó irónico, entonces, que Ailes fuera destituido apenas unas horas antes de que Trump aceptara la nominación del Partido Republicano cuyo camino ayudó a pavimentar Fox.
A Ailes le sobreviven su tercera esposa, Elizabeth, que había trabajado para él en CNBC como vicepresidenta de programación, y su hijo Zachary.
DC/AP