La diputada a la Asamblea Nacional y Secretaria General de Acción Democrática en Delta Amacuro, Larissa González, aseguró que la denuncia que hizo en agosto del 2016, cuando dejó al descubierto un lote de medicinas vencidas en un centro hospitalario infantil no ha sido lo más grave hasta el momento. Debido a que por la precaria situación hoy en día los pacientes de enfermedades crónicas, deben jugárselas y por medio de una firma autorizar que se les suministre tratamientos vencidos.
González catalogó el hecho como lamentable y peligroso «Venezuela está enfrentando un colapso y es insólito e imperdonable que Nicolás Maduro no ha permitido la apertura de un canal humanitario, nuestros deltanos que dependen de tratamientos deben asumir la responsabilidad irresponsable de autorizar que les apliquen medicamentos con fecha caduca, a eso está llegando la desesperación de nuestro pueblo que aspira una solución pronta y humana, pero recibe indolencia e indiferencia por parte del gobierno regional y nacional».
Recordó que ha hecho seguimiento al tema «sensible» de la salud porque son los casos más graves y continuos en la entidad «lamentamos que aún y pese a las constantes denuncias en el puerto de Volcán se siguen quedando varados los pocos medicamentos que llegan y vacunas para los niños por falta de transporte». De la misma manera precisó que enfermedades como el paludismo, malaria y hasta sida de encuentran estacionados en Delta Amacuro y en vez de ser tratados los casos para evitar la propagación son ignorados y hasta asumidos como hechos rutinarios que están acabando con la vida de niños que en su mayoría llegan sólo a los cinco años, «sin contar que con la mala alimentación evidentemente se aceleran todas las bacterias».
Larissa González, indicó que la mejor demostración del fracaso del gobierno autodenominado socialista, ha sido las constantes destituciones de los ministros de salud, «recientemente la última duro sólo cuatro meses, pero ni hablar del desastre que hizo Eugenia Sader durante su gestión, desaparecieron los recursos de inversión en infraestructura, desaparecieron los insumos, no hubo dotaciones sin que llevaran la bandera del PSUV y no así le importó que murieran venezolanos esperando medicamentos, por eso hoy marchamos junto a los profesionales de la salud que son mal pagados por este gobierno, a esos hombres y mujeres que no se les reconoce su trabajo, que atienden a pacientes con las uñas y sufren cada pérdida».
DC/NP