El análisis situacional de Schemel, y su encuestadora, nos invita a plantear las verdades que se asoman al alrededor electoral. Las circunstancias que vienen y los elementos de juicio que tenemos. En ese orden de ideas, nos provoco realizar esta meditación o ensayo, con el objeto de medir las posibilidades y los hechos calculables por venir en su exacta dimensión.
En efecto, la opinión mundial tiene fuertes presiones sobre la cárcel que ha caído sobre Leopoldo López, un venezolano joven, útil y valioso. Más, las reglas de las convivencias suponen estimar que, más temprano que tarde, este preso político o político preso, saldrá en libertad. Si es así, Leopoldo es más atrevido y hábil que Capriles, pero Capriles es disciplinado y trabajador y contra el trabajo no hay quien pueda. Ambos tienen el apoyo político mayor. Sin embargo, Ramos Allup vence en el aplomo, la experiencia y es el que luce definitivo para la presente circunstancias así los otros tengan el poder.
Aparte de eso, Capriles es más romántico. En efecto, su paso por el Congreso le dio prestancia y no debe estar sacando la madre a nadie. Esto le queda mejor a Ramos Allup que tiene el carácter fogoso y además goza de inmunidad. Leopoldo, en cambio, le saca una morena a Capriles en el caso del discurso político. En esta parte de la jerga pública a Capriles le falta algo de verbo, como dijera Betancourt. En esta materia pública, la arenga es básica, necesaria y definitiva en un resultado cualquiera. Para cerrar esta parte del capítulo, Venezuela es un país rico en petróleo pero se ha debilitado mucho en el fondo conceptual y social, y el tiempo de los buenos oradores parece del pasado. Sin embargo, ya es hora de que Capriles se ocupe de organizar su hogar político para poder multiplicar y dirigir otros hogares. En Venezuela, después de Menca, Alicia y Betty, gusta la figura institucional de la Primera Dama, y eso es importante.
Pero, como dijimos, hay un tercer hombre que puede asomar sus narices. Lejos de los comentarios que llegan desde el gobierno, Ramos Allup se ha fogueado en su rol interesante dentro y fuera de la Asamblea aun cuando se considere extemporáneo el anuncio de ganar el gobierno por la vía institucional. No obstante, igual reacción de reconquista electoral saldría del gobierno lo cual estimularía el Plan-2 que el grupo de la Dra. Estela Morales ha propuesto para dar pasos en pro de aliar al gobierno con la tesis de que la independencia de los poderes debilita la acción de gobierno, aplicado en el caso de perderse la AN o cualquier problema vinculado a sucesos electorales adversos.
La suerte está echada. El Presidente Maduro, tarde o temprano, terminará su Presidencia. Por una parte, la presión internacional no cesa y se acalora más tanto cuanto el gobierno no hace elecciones, ni para su presión sobre los protestatarios democráticos y sin armas. Por la otra, los muertos siguen creciendo y Venezuela no es Cuba. En efecto, Cuba ha vivido parasitaria de Rusia y de la propia Venezuela. Mas Venezuela tiene problemas en sus finanzas por tanto se le dificulta estar ayudando a los países del Alba y sus satélites. Ahora tiene menos que ofrecer y, encima, los inclementes pagos a China. En adición, el gobierno sigue empeñado en no cambiar las reglas económicas de puertas cerradas y controles abiertos.
Entonces, amanecerá y veremos. Venezuela no tiene dos Chávez, ni otro Maduro. En política todo puede suceder y muchas veces los nuevos líderes surgen de las propias cenizas. Padrino López se han fajado en su rol, al igual Diosdado Cabello. La historia dice que el militar es exigente y pide su cuota. Así pues, como ya fue dicho, las cartas están echadas y descansan esperando los resultados por llegar. Mientras tanto, y en
conclusión, la OEA prepara su convención de cancilleres para enfrentar el problema venezolano. En este sentido, las naciones latinas están convencidas que Venezuela y su gobierno no acatará las decisiones ni de OEA, ni de ONU. El juego sigue trancado. El uno porque pierde mucho y el otro porque tiene la razón. De este modo, estamos todos comprometidos con la suerte de Cancún.
DC / Luis Acosta / Articulista