Fedecámaras decidió no asistir a la reunión de ayer con el gobierno, con ocasión de la celebración de la Conferencia Internacional del Trabajo, por no llenar las condiciones mínimas de confianza y legitimación necesarias para sostener una primera sesión tripartita.
En un comunicado, la cúpula empresarial indica que durante la conferencia de la Organización Internacional del Trabajo, reunida en Ginebra, Suiza, los delegados del gobierno de Venezuela se dedicaron a acusarlos de sabotaje, fascismo, contrabando y golpismo, además de ser autor de la guerra económica, irrespeto a la Constitución y uso de la OIT con fines políticos.
“El sector empresarial no puede seguir siendo criminalizado. Nosotros no somos el problema, somos parte de la solución”, agrega el texto. Advierte que Fedecámaras fue invitada por el Ministerio del Trabajo a la reunión en la OIT, que le fue presentada como tripartita al director general del organismo, Guy Ryder; sin embargo, no fue así porque solo estuvo la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores.
“La ausencia de convocatoria de los representantes de los sindicatos independientes deslegitima absolutamente el carácter tripartito que el gobierno pretendía darle a la reunión”, expresó Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras.
Suavizar condena. Servando Carbone, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores, explicó que con la reunión de ayer “el gobierno pretende suavizar la condena de la Comisión de Normas de la 106 Conferencia de la OIT, por su reiterado incumplimiento a los convenios especialmente el 122”.
Agregó que Fedecámaras y el sindicalismo independiente coinciden en que el gobierno, por su mala política económica, destruyó un millón de empleos desde 2015 que ha ocasionado el cierre de miles de empresas o la operación a media máquina de las existentes.
“Únete exige a la OIT un pronunciamiento contundente contra la dictadura de Nicolás Maduro como lo hizo en 1982 con el sindicato Solidaridad, de Lech Walesa, contra el régimen comunista de Polonia”, dijo.
Carbone alertó que la asamblea nacional constituyente acabará los sindicatos para sustituidos por los antidemocráticos consejos de trabajadores y las milicias populares. “Si esto ocurre, la OIT tendrá que cargar con las consecuencias. Creemos en el apoyo de la OIT para restituir en Venezuela el orden constitucional”, puntualizó.
DC/EN