El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, expresó este jueves su insatisfacción con la inacción de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante la profunda crisis de Venezuela. Los comentarios de Pence coinciden con el fin de la Asamblea General de la OEA, en la que los países miembro no encontraron el consenso necesario para aprobar una resolución contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
“A lo largo de esta semana, nuestros diplomáticos han trabajado para construir un consenso que apoye la democracia y el orden en Venezuela. Estamos, francamente, decepcionados por la inacción de la OEA ante la crisis y su negativa a proteger el sistema interamericano sobre el que la organización está fundada”, dijo Pence en el centro de estudios Wilson Center de Washington. La declaración es la primera crítica robusta de EE UU sobre la organización. Durante los últimos meses, la OEA ha servido como vehículo para presionar a Maduro ante la escalada de la violencia estatal y el deterioro de la situación humanitaria en Venezuela.
“De todas formas, 20 países sí alzaron la voz con coraje en contra de la represión del régimen de Maduro. Y a ellos, les decimos gracias. Sepan con certeza que EE UU continuará apoyando los esfuerzos internacionales para restaurar la democracia en Venezuela”, aseguró Pence. EE UU, además del papel que juega en la OEA, también ha tomado acciones unilaterales contra el chavismo. En los últimos meses, el Departamento del Tesoro ha impuesto sanciones a miembros del Gobierno de Maduro, entre ellos su vicepresidente y ocho miembros del Tribunal Supremo.
“A EE UU le preocupa profundamente el sufrimiento del pueblo de Venezuela, porque lo que ocurre en nuestra región nos afecta a todos los que la formamos”, determinó el vicepresidente, mientras en la capital se especula que EE UU estudia aplicar más sanciones nominales, e incluso sectoriales, a medida que Maduro formaliza su dictadura con la creación de una Asamblea Constituyente.
Desde hace tres meses, la profunda crisis humanitaria y económica que atraviesa el país bolivariano se ha visto agudizada por violentas protestas y represión en las calles. Éstas han resultado en la muerte de más de 70 personas y miles de heridos. La incapacidad de la OEA de aprobar una resolución de condena supone un fracaso diplomático para los países impulsores, México entre ellos. Y pone en cuestión cuáles son los siguientes pasos para lograr una salida negociada entre el Gobierno y la oposición, una solución por la que abogan los países de la región.
DC | El País de España