La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) dijo este viernes que no ha liberado todavía a los dos periodistas holandeses que secuestró el pasado sábado en la selvática región del Catatumbo (noreste), y que el anuncio en ese sentido que hizo horas antes fue un error.
La Radio Nacional Patria Libre (Ranpal), voz oficial del ELN, anunció al mediodía de este viernes en su cuenta de Twitter la liberación de los dos periodistas, pero en la noche aclaró que pese a que tenían un reporte en ese sentido no pudieron “corroborar bien” el caso y que los holandeses siguen en cautiverio.
El periodista Derk Johannes Bolt, de 52 años, y su camarógrafo, Eugenio Ernest Marie Follender, de 68, fueron secuestrados en el caserío de Filogringo, que forma parte de la localidad de El Tarra, en el departamento de Norte de Santander.
“Sobre los señores holandeses capturados, al mediodía recibimos reporte sobre su liberación pero no hemos podido corroborar bien”, escribió Ranpal en el Twitter.
Al mediodía habían escrito que “los dos extranjeros capturados por el ELN en el Catatumbo ya fueron liberados en perfectas condiciones”.
Tras la expectativa generada por la liberación, el ELN, a través de Ranpal, a la que hace apenas unos días ratificó como vocero oficial de esa guerrilla, ofreció sus disculpas y reiteró que Bolt y Follender “están en perfectas condiciones y en breve tiempo habrá un desenlace positivo”.
“El error es de Ranpal como medio que recibió un reporte y no lo corroboró por canales internos y no del ELN”, agregaron.
Pese a que ninguna autoridad o fuente policial confirmó la liberación, medios locales dieron por hecho el caso e incluso llegaron a afirmar que los dos periodistas estaban siendo trasladados a la sede de la Policía en Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander del que forma parte el Catatumbo.
En la misma zona de Filogringo donde fueron secuestrados los holandeses cayó en manos del ELN en mayo del año pasado la periodista colombo-española Salud Hernández, quien fue dejada en libertad días después.
DC | EFE