¡Cicatrices! Después de las heridas que hacer con ellas

Ante situaciones traumáticas, ya sean accidentales o por agresión, una de las consecuencias directas son las heridas que pueden dejar cicatrices.

Las cicatrices físicas van desde ser un leve problema inestético que puede disimularse o camuflarse para pasar desapercibido, hasta verdaderas lesiones que limitan e incapacitan funcionalmente a quien las padece.

Aún cuando algunas personas consideran sus cicatrices como marcas de experiencias superadas que en muchos casos les recuerda haber vencido alguna batalla con la muerte, en otros casos suelen ser motivo de rechazo, vergüenza y disminución de la autoestima que conlleva al aislamiento social, depresión y otras manifestaciones emocionales todavía más fuertes.

Existen actualmente técnicas bastante avanzadas en el área de la Cirugía Plástica y Reconstructiva que permiten grandes correcciones y mejoras en cuanto a la limitación y extensión de las cicatrices, técnicas que tal y como lo dice la especialidad médica, ameritan del quirófano.

De igual forma existen otros tratamientos menos invasivos que disminuyen el aspecto cicatrizal mediante el uso de fuentes lumínicas y diversas longitudes de onda, dando grandes satisfacciones a los pacientes. Hablamos, por supuesto, del láser.

Los láseres de uso médico tienen múltiples indicaciones pero, entre las principales se encuentran la remodelación de los tejidos tanto por su acción ablativa (vaporización) como por el estímulo de nueva formación de vasos sanguíneos, fibras elásticas y colágenas (fotobiomodulador) en las áreas donde se aplica. Esto se refiere a que al utilizar láseres en las cicatrices se puede mejorar el aspecto y la textura de la piel agredida pero, aún mejor, se reactiva la sensibilidad del tejido lesionado, siendo este aspecto el que más agradecen los pacientes tratados con esta tecnología.

Es importante destacar que las respuestas obtenidas posteriormente al uso de los láseres arriba descritas son vitales para que la piel responda de forma satisfactoria ante un procedimiento quirúrgico si este fuese necesario o a las siguientes sesiones de láseres para conseguir efectos sumatorios en pro del aspecto cada vez mas estético de dichas cicatrices. De esta manera queda claro que ambas especialidades, Cirugía Plástica y Láser dermatoestético, no están reñidas ni en contra, sino más bien deben trabajar de la mano para el beneficio de los pacientes con el fin de conseguir los resultados mas armónicos, estéticos y funcionales posibles.

También debemos tomar en cuenta la presencia de restos de asfalto y/o pólvora en algunas heridas y cicatrices, producto de accidentes automovilísticos o agresión con armas de fuego, las cuales dejan huellas que parecen tatuajes en la piel aún cuando hayan cicatrizado de forma satisfactoria. Debido a que las partículas se incrustan en la piel a distintas profundidades, la única solución viable para su remoción sin dejar nuevas cicatrices es el uso de Láseres específicos para remoción de pigmentos como lo son los Láseres con tecnología Q-switched los cuales eliminan dichas partículas mediante un efecto fotoacústico en varias sesiones sin ameritar reposos o bajas laborales.

Es bien sabido por todos que las cicatrices no se eliminan por completo, ya que los seres humanos en nuestro proceso evolutivo perdimos la capacidad de regenerar y la cambiamos por la de reparar pero, la tecnología cada vez más precisa de los láseres que pueden ser reforzados por otras terapias como el Plasma Rico en Plaquetas –PRP– como complemento, nos permite conseguir resultados en algunos casos prácticamente imperceptibles.

No dudes en consultar con especialistas sobre como tratar tus cicatrices y recuerda: “Con la medicina estética, hay cosas que no deben ser para siempre”.

DC/NP

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...