La MUD debe asumir nuevas tareas y estrategias que nos conecte de nuevo con la calle y más calle. Seamos decisivo: la gente se siente incómoda con líderes que cambian de parecer constantemente. Los líderes de calidad toman decisiones y se mantienen en ellas, los líderes que han dirigido el proceso de las manifestaciones en estos 127 días de protesta activa, han incurrido en la poca homogeneidad del mensaje, fallado en la inteligencia para conectarnos con los ciudadanos, sobre todo los jóvenes, es por eso que persistimos en erróneas estrategias de la protesta que han permitido el avance del régimen hacia su nefasto proyecto dictatuyente.
Las divisiones, los egos de algunos dirigentes “han hecho daño al proceso unitario”. Por esa razón, hago un llamado urgente a la sensatez, a la sindéresis para lograr definitivamente la unidad en el Zulla.
En tal sentido, urge la promoción de un liderazgo fuerte, con nuevos voceros, con un proyecto político innovador que facilite nuestra conexión con la sociedad civil y por ende con el electorado que reclama y demanda nuevas visiones, estrategias innovadoras, un mensaje político alternativo, motivador pero sobre todo pensando en la unidad. La superación de nuestras diferencias, representa una poderosa herramienta para unificar criterios y adelantar el cambio, tanto pacífica como electoralmente en nuestro estado.
A tal efecto, sugiero la elaboración de un plan estratégico de acción política tomando en cuenta el siguiente decálogo:
- Seleccionar una propuesta de lucha que facilite reducir o eliminar los enfrentamientos internos para superar la problemática vivida en el país en estos 127 días de protesta, que permitió pulverizar la polarización entre los venezolanos con el peligro de generar nuevos odios y conflictos graves, que queremos evitar como Demócratas.
- Seguir por el camino que nos brinda la Constitución Nacional vigente y que defendemos en la calle, dentro de ella todo, fuera de ella nada.
- Denunciar enfáticamente que el fracasado modelo socialista, madurista-castrista, dictatorial, contrario al pensamiento de nuestros mártires jóvenes que lucharon y luchan por el futuro de todos, y también a nuestra naturaleza personal, a la idiosincrasia del venezolano así como también, a la visión cristiana del hombre.
- Acentuar nuestra lucha contra el régimen, opresor del ciudadano y de la sociedad, que coartan la libertad del hombre, la libertad de expresión, el derecho a la propiedad privada, los DDHH, causando un grave deterioro en la economía, produciendo una pobreza extrema, y fomenta una política de control social.
- Reconocer que el “Estado socialista es el infierno en la tierra,» no podemos permitir que tal como se propone el madurismo, toda la actividad política, social, económica y cultural se encuadra dentro de una sola opción, un pensamiento único.
- Entre los amigos de la MUD, debemos reconocer que unidos somos una fuerza importante pero desunidos no somos una opción para la sociedad civil. Así que el mensaje es que todo el que se atreva a dividir e ir sólo a cualquier elección, sin el apoyo de toda la unidad, pierde y la enfrentaremos en la calle.
- Debemos abandonar la vanidad, esa actitud no permite entender que el régimen es una estructura para lograr permanecer y quedarse en el poder, no es una estructura para gobernar.
- Dejar a un lado el sectarismo, este fenómeno es la intolerancia, es discriminación, es odio que surge de dar importancia a las diferencias personales y conlleva a divisiones dentro de la unidad.
- Evitar la arrogancia, porque es una actitud referida al excesivo orgullo que tiene una persona de sí misma, que la lleva a creer y a exigir más privilegios de los que tiene derecho.
- No permitir que la rivalidad interna genere contradicciones entre nosotros, debemos ser diáfanos en nuestro proceder y actuación con nuestros semejantes, esa imagen como líderes nos afecta negativamente, acelera enfrentamientos y expone una imagen negativa ante la sociedad civil, la lucha no es entre nosotros.
DC / Joaquín Chaparro / Ex Concejal de Maracaibo / @joaquinchaparro