Es domingo y Jhon Jairo Alonso y su familia están en pijama sobre una cama al aire libre rodeada de curiosos. Miles de colombianos combaten el estrés durmiendo en el llamado «Día Mundial de la Pereza».
Su lecho no es el único que está sobre la vía. Hay decenas de carpas y hamacas con gente en prendas de dormir y zapatos de felpa. Está nublado y muchos bostezan sin rubor.
El singular festejo se lleva a cabo desde 1985 en Itagüí. Ubicado en el noroeste de Colombia, este municipio de más de 200.000 pobladores es conocido por su parque obrero y su agitada actividad comercial.
Por eso hace 32 años, Carlos Mario Montoya tuvo la idea de festejar la pereza. «Quisimos llamar la atención acerca de la importancia que tiene el tiempo libre y ocioso para una comunidad», comenta a la AFP este hombre de 65 años y uno de los organizadores del evento.
El experimento resultó. El «Día Mundial de la Pereza», que por ahora solo se festeja en Itagüí, atrae cada vez a más ociosos.
Camas rodantes
La edición de este domingo incluyó premios a la mejor pijama, malabaristas con almohadas y una carrera de camas rodantes.
Sobre cada mueble iba un perezoso mientras dos movían el lecho por un corto trazado.
«!Que no nos interrumpan que vamos a hacer pereza todo el día en nuestra cama!», advierte con humor Alonso.
Este técnico ambiental de 32 años comparte sábanas con su esposa, su madre y un amigo a plena luz del día. Quien quiera puede subir a «La Perezosa», la cama de metro y medio de ancho por dos de largo que construyó para la ocasión. Al lado reposan una mesa de noche con un radio encima.
«La enfermedad más grande que tenemos ahora es el estrés, el corre-corre diario», dice Alonso. Por eso – enfatiza – «hay que aprovechar este día para hacer pereza».
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en un informe del año pasado, consideró el estrés como «un problema global que afecta a todas las profesiones y los trabajadores tanto de los países en desarrollo como desarrollados».
En Colombia, una encuesta de 2007 promovida por el ministerio de Protección Social reveló que el 24% de los hombres y el 28% de las mujeres que trabajan consideraron alto o muy alto su nivel de estrés.
El llamado «Día Mundial de la Pereza» busca precisamente reivindicar el derecho al descanso.
Como si fuera el Rey Momo del famoso Carnaval de Rio de Janeiro, Julián Muñoz encarna a «Onírico Siempresueño», el mandatario del ocio y el alcalde de la pereza.
Este artista de 30 años, que participa en la celebración desde 2001, recuerda que al comienzo esta iniciativa buscaba apenas ser una expresión cultural, pero que terminó imponiéndose el lado más ocioso del descanso: la pereza.
«La vida hay que tomarla con calma, con pausa, los sueños se alcanzan trabajando pero no encegueciéndose con el trabajo», reflexiona «Onírico».
Paradójicamente, el único que no descansa en Itagüí este día es Carlos Mario Montoya. Conforme crece la popularidad de su idea, debe dedicarse semanas enteras a organizar las actividades.
«!Por el derecho a la pereza, todos a trabajar!», afirma Montoya. Solo hasta el lunes podrá descansar.
DC | AFP