Las inundaciones en Texas empiezan a traer problemas inesperados. Gary Saurage, director del parque “Gator Country” en donde viven cientos de caimanes le advirtió a la cadena local Fox 4 KFDM: “estamos a menos de 30 centímetros de que el agua supere la cerca”.
Aunque las rejas de este parque son suficientemente altas y están certificadas para mantener fuera de peligro a los visitantes, no están pensadas para catástrofes como las inundaciones que dejó el huracán y la tormenta tropical Harvey a su paso en Jefferson unos de los condados de Texas afectados.
Los dos caimanes más grandes de la reserva, Big Tex y Big Al, están ya puestos a salvo pero la población de reptiles de este parque es tan alta que parece imposible gestionar el trasporte de todos.
Si el agua sigue subiendo hasta 1,2 metros, como se ha pronosticado en el área, el parque no puede asegurar que los animales no puedan fugarse por encima de las rejas de seguridad.
“Hemos trabajado sin descansar y no sé qué más hacer. Estamos muy cansados. Todos estamos exhaustos, no sabemos qué más hacer”, afirmó Saurage un reconocido amante de los caimanes y quien suele salir en las noticias por ser capaz de capturar los más enormes animales.