Nada más ansiado al tener sexo que alcanzar el nivel máximo de goce y lograr un orgasmo; pero ¿sabías que tras éste hay algunos efectos secundarios poco conocidos? Toma nota.
Así es, después de las contracciones y de la sensación increíble de haber llegado al clímax, puede que tú también:
Llores
Aunque no es lo que podrías esperarse después de un orgasmo, sentirse triste, ansiosa, agitada o deprimirse un poco después de uno es común, y suele ocurrir cuando estás con una pareja estable.
Alucines
Quizá no veas cosas raras, pero muchas mujeres han reportado sentir que flotan, o que, literal, salen de su cuerpo.
Sientas dolor
Aunque el sexo haya sido indoloro, varias mujeres pueden sentir dolor con el orgasmo sin una causa fisiológica.
Tengas dolor de cabeza
Este efecto secundario es muy común y hay más de 60 artículos publicados en la literatura sobre orgasmos relacionados con el tema. Pueden ser dolores que duran desde unos minutos, hasta 3 horas, y se alivian con analgésicos para la migraña.
Quieras otro
Aunque los orgasmos son un clímax, una culminación, un efecto secundario para las mujeres es sentir inmediatamente la necesidad de otro. Esto se puede deber a que la tensión del cuerpo aún no se ha disipado. La buena noticia es que las mujeres somos multiorgásmicas, y no necesitamos esperar mucho para sentir otro.
Te sientas relajada
Las contracciones del orgasmo no solo ocurren en tu vagina, sino que hay pulsaciones que recorren tus genitales (útero, ano, y suelo pélvico incluidos) rápidamente, al tiempo que en tu cerebro ‘explota’ con opioides del sistema límbico, sí, esos que te llenan de felicidad y placer. Esto es casi como lo que siente la gente que se inyecta heroína.
Pierdas la conciencia
Durante un orgasmo, las partes del cerebro que regulan los sentimientos se apagan y tu cuerpo se enfoca tanto en lo que siente, que cualquier otro estímulo, ya sea físico o mental, no pasa. Una vez que pasa, “regresas a tu cuerpo” y tu conciencia se recalibra.
Sientas un impulso por intimar
Debido a la recalibración de conciencia del efecto anterior y a la gran cantidad de oxitocina que libera la hipófisis, te sientes confiada, segura y abierta emocionalmente. Sin embargo, si tus niveles de testosterona son altos, es probable que no sientas esto, pues la testosterona mitiga el efecto de la oxitocina, de ahí el cliché de que a los hombres no les gustan los arrumacos después del sexo.
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