Todo gobernador debe actuar como un buen padre de familia. ¡Esa es la regla! Sin embargo, en lo general, no es así. En efecto, se dan más a sus compromisos con el partido y sus dirigentes principales que a las familias y el país. Por eso se hace necesario que los gobernadores escogidos sean los más calificados porque son los que más pueden perder simpatía pública en su desempeño. La línea media en su trabajo debe ir más hacia lo local que a lo nacional porque, al fin y al cabo, cada estado, en su contenido de vida, presenta diferentes matices, tamaños y experiencia electoral y social que se deben cubrir y vigilar. Luego, vamos a dar un paseo rasante por los candidatos posibles de competir en la jornada del 15 de octubre próximo.
Como dice el dicho “chiquito pero cumplidor”, Juan Pablo Guanipa nos parece una excelente propuesta como gobernador. Trabaja, siente pasión por el Zulia y, además, tiene apoyo popular y junto a su hermano Tomas están preparados para esta o cualquier otra gobernación o ministerio. Debemos agregar, los buenos recuerdos de los hombres bajos de estatura como Betancourt, Piñerúa, Lepage, Canache, Morales Bello y otros de ese grupo de hombres bajitos pero de calidad.
En Lara, la labor de Henry Falcón ha sido espectacular. Militar y fue medio chavista. Sus criterios políticos no son los más ortodoxos pero su trabajo comunal es bueno y serio. Lara con este gobernador es otra cosa y aun con todas las contrariedades que muchas veces tiene con la MUD es leal y firme. Henry es repetitivo, errado o no, pero sabe gobernar y, por otro lado, las encuestas lo favorecen con amplitud. Por su parte, Ocáriz en Miranda es sobrentendido como lo ha sido Capriles que gobernando a medias supera con creces a los demás. En Petare los resultados de Ocáriz son relevantes más aun cuando el gobierno nada le ha dado. Ocáriz gaguea pero es continuo en su obra y su trabajo.
Ismael García en Aragua no maneja con elegancia sus relaciones publicas y es muy vehemente en su retorica. Pero es valiente y magnifico trabajador. Su esencia es su autenticidad y eso garantiza la legitimidad en su conducta y, aunque se ha equivocado, luce como buen padre de familia. Aragua es un estado interesante política y electoralmente.
Carabobo con su Valencia, es un estado importante y difícil por se relevancia histórica que la hace agraciada de los usos patrióticos que, desde luego, le dan alcance de señorío y distinción por su diario político. A Ameliach ese estado le queda grande. Sera trabajador y luchador, lo cual es importante, pero el tipo es antipático y luce arrogante. Además, es poco verbo. Al sobrino de Salas Romer le vemos juventud, calidad y cantidad para resultar otro Salas Feo de postín. Por otro lado, su pase por las alcaldías le da fortaleza, seguridad y solvencia para ganar. Anzoátegui tiene muy malos recuerdos con Tarek W. Saab y Aristóbulo, como tal gobernador, no trabaja un día y el otro tampoco. Esto los pueblos no lo perdonan. Su trabajo es más político que social y comunal y eso es una contradicción en la provincia. Barreto Sira, al contrario, ha hecho un trabajo alrededor de las alcaldías, y en las últimas instancias la población ha votado por la oposición. Barreto es un buen candidato y ha logrado simpatías que se notan. Por otro lado, su trabajo es serio y ordenado y el alcalde Marcano lo ayudara mucho.
El estado Táchira es imperdible. Es cierto que en las elecciones hay sorpresas pero también es verdad que esta joven y competente Laidy Gómez es de las mejores preparadas para las elecciones en esta época. Por otro lado, Táchira necesita un líder que piense como Gómez y analice como Laidy. Los estados fronterizos y, más aun el Táchira, precisan de legitimidad y sabiduría. Esta diputada merece toda la confianza y su alcance puede ser amplio y contundente. En Bolívar ni de qué hablar. El actual gobernador nada le cuadra. Es antipático y luce indelicado. El oro lo ha manejado como cobre; el aluminio, como estaño y la gobernación tal pulpería. Nada le ha rendido y todo lo complica porque no aparece. Andrés Velázquez es otro chiquito que todo lo hace rendir. Ha comprobado que es serio, honesto y trabajador. El estado Bolívar y su golpeado ambiente producto del abandono total merece un gobernador de lujo como el formidable dirigente Andrés Velázquez.
DC / Luis Acosta / Articulista