Nutrición
El maní es un fruto leguminoso rico en nutrientes, vitaminas minerales, antioxidantes y fitoquímicos. El maní es de hecho rico en 30 nutrientes esenciales para el ser humano. Son una buena fuente de niacina, folato, fibra, vitamina E, magnesio, fósforo, coenzima Q10, resveratrol, grasas saludables y de proteínas.
Grasas saludables
Aunque el maní provee grasa de buena calidad y además su sabor puede agradar a muchas personas, cada gramo provee 9 calorías. Así que hay que tener cuidado con las porciones.
El maní de forma natural no contiene grasas transaturadas, azúcar, ni sodio. Por el contrario, las grasas que contiene el maní son en mayor parte monoinsaturadas (el tipo de grasas saludables encontrada en el aceite de oliva) y polinisaturadas (las grasas tipo Omega: 3, 6 y 9). Este tipo de grasas son beneficiosas para el sistema cardiovascular y aportan energía a los requerimientos diarios.
Proteínas
El maní contiene un 25% de su valor nutricional en proteínas, la concentración más elevada de entre todos los vegetales. Es importante mencionar que, a diferencia de las proteínas de origen animal como la carne, los huevos y los lácteos, las del maní no son proteínas completas porque no contienen todos los aminoácidos esenciales para la dieta humana.
Es recomendable complementar el consumo del maní con otras fuentes proteicas de forma que sean suministrados los aminoácidos faltantes para la dieta. Las proteínas del maní son de lenta digestión, lo que lo hace un acompañante ideal en caminatas, montañismo o deportes de larga duración.
Fibra
El rico contenido de fibra natural en el maní lo hace un alimento especialmente saludable para el corazón y el sistema digestivo. El consumo de alimentos ricos en fibra disminuyen los riegos de desarrollar enfermedades cardíacas o de colón. La fibra dietética ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre, y ralentiza la digestión, con lo que se coadyuva al cuerpo a regular el azúcar y disminuir también el riesgo de diábetes tipo 2.
Afrodisíaco
En la cultura peruana, principales cultivadores del maní, se le otorga un valor afrodisíaco. Esto puede deberse a su importante contenido en nutrientes y de ácidos grasos esenciales que son precursores de la producción hormonal. El maní es especialmente rico en Zinc, un mineral que se encuentra en las células por todo el cuerpo y que es necesario para numerosos procesos metabólicos, especialmente durante la actividad sexual.
El alto contenido energético del maní ayuda a disminuir la sensación de debilidad, cansancio y apatía.
El maní y el alcohol
El efecto del maní en la digestión hace que disminuya el nivel de alcohol en la sangre y por consiguiente también sus efectos. Consumir cierta cantidad moderada de maní antes de tomar alcohol permite una mayor resistencia y puede incluso (hasta cierto punto) prevenir una resaca.
Tenga presente que tanto el alcohol como el maní deben consumirse en moderación, el primero por sus efectos en el sistema nervioso y el segundo por su alto contenido calórico (generalmente los licores también aportan un número importante de calorías).
Por esta razón es frecuente encontrar maní gratis en los bares. Mientras mayor es la resistencia del cliente, más probabilidades hay que continúe el consumo de licores.
DC/Agencias