Cojedes fue muy bien tratado por el Cmte. Chávez tanto que llegó a definirlo como una travesura política casi original, tal fue dar más diputados que los ordenados por la constitución de acuerdo a la población. En este sentido, la ley es universal: a más población, más diputados o curules. Sin embargo, le costará mucho al gobierno salir airoso en este y los otros estados, sencillamente porque el gobierno no ha querido cambiar la tónica administrativa y económica.
En San Felipe ganará las elecciones Luis Parra. El ha sido consecuente con el estado y su capital. Por otro lado, también ha trabajado en los últimos años en la asamblea y su rendimiento en las comisiones ha sido valido y meritorio.
En Nueva Esparta, al deducir de la escala en su misión política y según las encuestas, el pueblo margariteño está decidido a votar por la oposición. El gobierno no ha repartido para los neoespartanos ni pan, ni cebolla. El fin más adecuado, en su defensa política y del trabajo, es hacia el Turismo pero el oficialismo no ha podido ayudar en esa materia y las visitas a la Virgen del Valle han caído abruptamente. Solo un milagro de la margariteña virgen salvaría al catire Figueroa frente a Alfredo Díaz, su contrario en la contienda.
Mérida, la Ciudad de los Caballeros, ha perdido mucho sabor de la cortesía y de su distinguida vida cívica. Su instancia en el desarrollo estudiantil exige un gobernador con exponencial administrativo, que no siembre mas pelea sino academia para así ayudar de cierto a la estudiosa y romántica Mérida. Este es un estado difícil para el candidato del gobierno, el Lic. Guzmán, quien se observa nuevo para estas contiendas. Por su parte, Barinas ha sido muy golpeada políticamente. Los Chávez lucen trabajando hacia la capital y el gobierno. Así, Argenis trabaja más para el público que para Barinas y Sabaneta y, si ellos no lo hacen, otros no lo van a hacer. A Argenis le falta actividad local y requiere de sus andanzas por el terruño.
Amazonas es, por sus características, compleja y dificultosa para la contienda. Últimamente, el Gobernador Guarulla parece un hombre de ciudad más que autóctono. El está preparado para gobernar su pueblo pero el gobierno no lo deja y lo provoca para activar su defensa. Además, lo acosa, lo acusa, lo molesta; le cambian las reglas del juego y, como si fuera poco, lo llenan de picardías electorales precisamente cuando el hombre lo que más luce es trabajador y sin malicia fraudulenta. Pensamos que a Guarulla, o a quien él decida apoyar, es difícil ganarle.
En el Estado Sucre se mueve mucha gente y sus escasos 4 mil quinientos kilómetros cuadrados de superficie son fáciles de andar pero difíciles de conquistar. Es algo así como “esta costa y la otra”; allí el adeco sigue siendo adeco, como los Berrizbeitia siguen siendo copeyanos. La lejanía de ayer de adecos y verdes la logró el Cmte. Chávez, pero los tiempos han cambiado y las necesidades corporales alientan otro espíritu, acomodos y armonías. El joven Robert Alcalá puede resultar entre los gobernadores de la contienda “el novato del año”.
Apure, Portuguesa, Delta Amacuro, Trujillo y Guárico tienen simpatías por AD y si los adecos regresan a su redil es difícil ganarles en estos estados. Por su parte, Allup dice haberse ocupado de su atención, principalmente. Más, son estados con muy difícil situación económica. Por políticos, militares y consecuentes que sean, las necesidades tienen “cara de hereje” y los problemas corporales se sienten por fuera y por dentro. Chávez les enseñó a no tener miedo al hambre, pero un estomago vacío enferma de cualquier cosa, incluyendo de anorexia. Los resultados dirán de los viejos pasados y alimentación nueva.
Dejamos para cerrar con José Manuel Olivares en el Estado Vargas quien nos luce muy difícil de derrotar. Este es un medico joven, simpático, trabajador, inteligente que, junto a Paparoni y Requesens, hacen un trío que se las trae. Fogosos, humanos, generosos, dispuestos y con mucho pensamiento filosófico que les abre un franco camino hacia el futuro inmediato. José Manuel ya le ganó las elecciones de la Asamblea a García Carneiro que parece no cansarse de manejar la gobernación de Vargas, sin embargo, ningún problema de transporte, agua, turismo o económico ha resuelto. Olivares es guapo, decente y lleno de pasión y fuerza que ha venido desarrollando en las circunstancias difíciles y especiales de la crisis de hoy. Vale la pena identificarse con este joven médico político.
El camino que viene cruzando el gobierno no es el más legítimo, pero sí lo que cabe. Las elecciones de los gobernadores alivian las cargas de cada sector y, por otro lado, abren las cerradas ventanas de la equidad. Por ahora, a lo Julio Cesar, “la suerte está echada”.
DC / Luis Acosta / Artículista