Tras las amenazas de Donald Trump de «destruir totalmente» Corea del Norte la semana pasada, curiosamente nadie sabe si a los norcoreanos les preocupan lo más mínimo estos comentarios.
Esto es debido al control de hierro que el régimen de Kim Jong-un mantiene sobre la población, vigilando meticulosamente su acceso al mundo exterior.
El país es a menudo descrito como aislado y completamente desconectado del siglo XXI.
A pesar de que no es fácil encontrar estadísticas, ¿qué nos dicen algunas cifras sobre la vida en Corea del Norte?
Kim Il-sung fundó Corea del Norte en 1948 y su dinastía familiar gobierna el país desde entonces, pasándose el control de padre a hijo.
En el mismo período, en Corea del Sur hubo seis repúblicas, una revolución, dos golpes de estado y la transición a elecciones libres y justas, además de 19 presidencias.
Tres millones de teléfonos celulares pueden parecer muchos, pero en un país de 25 millones de habitantes se traduce en que solo una de cada diez personastiene uno. La mayoría de usuarios están en Pyongyang.
Con una sola red operativa en la práctica, Koryolink, el mercado móvil de Corea del Norte es limitado pero en continuo crecimiento. Originalmente fundada como una alianza con la empresa de telecomunicaciones egipcia Orascom, esta fue durante muchos años la única opción.
Sin embargo, Orascom descubrió en 2015 que Corea del Norte estaba estableciendo una red rival, Byol, y se vio obligada a revelar a los inversores que había perdido el control efectivo sobre sus más de tres millones de clientes.
Sin embargo, hay razones para ser escéptico sobre ese número de abonados.
Una investigación del Instituto Estados Unidos-Corea de la universidad estadounidense Johns Hopkins sugiere que parte del crecimiento puede ser menor debido a que en Corea del Norte es más barato comprar una línea nueva que saldo adicional para una cuenta ya existente.
Además de la escasez de móviles, la gran mayoría de norcoreanos solo tiene acceso al «internet privado» del país, que es una red interna cerrada que funciona a escala nacional.
Puede sonar como una leyenda urbana, pero algunas investigaciones sugieren que los hombres norcoreanos son en promedio más bajos que sus vecinos del sur.
El profesor Daniel Schwekendiek de la Universidad Sungkyunkwan de Seúl estudió las alturas de refugiados norcoreanos cuando cruzaban la frontera hacia Corea del Sur y encontraron una diferencia promedio de entre 3 y 8 centímetros.
Schwekendiek señala que la diferencia de altura no puede atribuirse a la genética, ya que las dos poblaciones son iguales en este aspecto.
También rechaza las críticas que sugieren que los refugiados son más propensos a sufrir pobreza y, por lo tanto, alcanzar una menor estatura.
La escasez de alimentos es considerado el factor principal de por qué los norcoreanos tienen generalmente menor estatura.
Imágenes de Pyongyang, la capital de Corea del Norte, muestran a menudo tramos de amplias autopistas sin tráfico, pero fuera de la ciudad la situación es completamente diferente.
Corea del Norte tiene unos 25.554 kilómetros de carreteras, según cifras de 2006. De ellas, solo el 3% están pavimentadas, lo que equivale a 724 km.
También se calcula que sólo unos 11 de cada 1.000 norcoreanos tiene un automóvil, lo que se traduce en largas filas en las paradas de autobús para la mayoría de personas que necesitan viajar.
Corea del Norte depende de las exportaciones de carbón para mantener su economía a flote, pero es difícil medir su verdadero valor ya que los datos provienen de aquellos países que reciben su carbón.
Gran parte del carbón norcoreano se exporta a China, que prohibió las importaciones en febrero de 2017. Sin embargo, algunos analistas cuestionan la naturaleza de esta sanción.
«Hay personas que rastrean barcos y vieron buques norcoreanos atracar en terminales de carga de carbón en puertos chinos incluso después de la prohibición. Creo que China ha interrumpido las importaciones de carbón, pero no completamente», dijo Kent Boydston, analista de investigación del Instituto Peterson para Economía Internacional.
Desde entonces, Corea del Sur progresó rápidamente y se convirtió en uno de los principales productores industriales del mundo, con compañías abanderadas como Samsung y Hyundai.
Corea del Norte se estancó en la década de 1980 cuando el país se mantuvo rígidamente dentro de su sistema estatal.
Aunque Corea del Norte es el 52º país más poblado, se considera que cuenta con el cuarto ejército más grande del mundo.
Se estima que el gasto militar representa hasta el 25% del producto interno bruto y casi la totalidad de los hombres norcoreanos deben pasar algún tipo de entrenamiento militar.
La escasez de alimentos persiste y es una de las muchas razones por las que los surcoreanos, generalmente, viven más tiempo.
El país gastó cerca de US$70.000 millones de dólares en bonificaciones para padres de bebés, en mejorar las licencias de paternidad y en pagar tratamientos de infertilidad.
BBC