Los intermediarios financieros de Wall Street temen un retraso en los pagos de los bonos de Venezuela ya que los próximos vencimientos carecen de período de gracia. En impago de los bonos respaldados por Citgo pondría a la empresa en juego.
Los inversionistas de bonos venezolanos se están preparando para un viaje abrupto durante las próximas cinco semanas, mientras el gobierno observa cómo se le avecinan unos 3.500 millones de dólares en pagos de deuda.
Si bien todas las fechas de vencimientos del país en el último año han provocado serias angustias, los próximos están en un nuevo nivel. Esto se debe a que, a diferencia de las recientes transacciones en las que un período de gracia de 30 días permitió a Venezuela evitar el incumplimiento, los plazos venideros no tienen indulgencia alguna. Para complicar aún más las cosas, algunos de los bonos están respaldados por una participación mayoritaria en Citgo Holding Inc., lo que podría poner en juego a una de las mayores refinerías estadounidenses.
“No hay ‘Ups, lo hice de nuevo’ “, dijo Ray Zucaro, director de inversiones de RVX Asset Management, con sede en Miami, que tiene bonos de PDVSA, pero no los que tienen pagos de capital en los próximos meses. “Sería una crisis existencial, como quitar el bloque clave en el juego de Jenga”.
Si bien las finanzas de Venezuela han estado fluctuando desde que el petróleo cayó por debajo de los 100 dólares el barril hace tres años, el presidente Nicolás Maduro y su antecesor, Hugo Chávez, siempre se aseguraron de que los tenedores de bonos de Venezuela cobraran. Pero el gobierno se ha visto en dificultades en hacer los pagos a tiempo desde el año pasado tras las interrupciones en la cadena de bancos, fideicomitentes y otros agentes que transfieren el dinero en efectivo a los acreedores, así como el creciente escrutinio sobre las transacciones financieras de la nación impuestas por la administración Trump.
En el pasado, algunos días de demora no importaban mucho porque las condiciones de los bonos permitían cierta flexibilidad. Pero ese no es el caso del pago de 842 millones de dólares de la compañía estatal Pdvsa que se vence el 27 de octubre para amortizar bonos que vencen en 2020, o los 1.100 millones de dólares por un bono que vence el 2 de noviembre.
Los inversionistas están preocupados de que algún tipo de suspensión podría desencadenar un incumplimiento accidental. A esto se suma la especulación de que unos cuantos fondos de cobertura despiadados puedan tratar de desencadenar un evento crediticio para conseguir ponerle sus manos a Citgo. Los bonos de Pdvsa que vencen en el año 2020 están respaldados por una participación accionaria en Citgo Holding, en caso de un pago incumplido.
Un gestor de cartera de uno de los diez principales fondos tenedores de bonos de PDVSA dijo que su firma vendió todos sus bonos de 2017 en el último mes debido al riesgo a la baja, conservando los bonos 2020 por el valor de su garantía. El gestor pidió no ser identificado, citando la política de su firma.
El ministro ruso de Finanzas, Anton Siluanov, dijo a los periodistas este lunes que un acuerdo para reestructurar la deuda de Venezuela “no se puede descartar” para fines de año. Los bonos 2020 de PDVSA subieron ayer a un máximo histórico de 83,06 centavos por dólar a partir de las 1:25 p.m. en Nueva York, mientras que las notas de 2017 subieron a un máximo de una semana de 94,46 centavos.
Resultado “catastrófico”
Uno de los aspectos más desconcertantes para los tenedores de bonos ha sido la confusión sobre cómo exactamente los pagos de Venezuela se transfieren a medida que más instituciones financieras se niegan a hacer negocios con Caracas. En noviembre, Citigroup Inc. renunció a su rol de agente pagador en seis bonos de PDVSA después que se retrasaran los pagos del cupón en tres de los períodos de gracia activados.
Eulogio Del Pino, presidente de PDVSA en ese momento, culpó del problema al banco con sede en Nueva York, diciendo a los tenedores de bonos que “llamen a Citibank y se quejan”. Su papel fue asumido por Law Debenture Trust Company. Luego, en diciembre, Delaware Trust Company se convirtió en el agente pagador de todos los bonos de PDVSA tras su adquisición de Law Debentures.
Un incumplimiento podría ser desencadenado si PDVSA incurre en un retraso en el procesamiento de los pagos de un bono sin un período de gracia y los titulares de al menos el 25 por ciento de esos bonos votan para una aceleración del cobro, de acuerdo con Richard Cooper, socio de Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, quien ha asesorado a Puerto Rico y a una variedad de compañías latinoamericanas en reestructuraciones de deuda. Si PDVSA entrega fondos en dólares estadounidenses en su totalidad y puntualmente a su agente pagador, cualquier retraso potencial en la transferencia de dinero a los tenedores de bonos sería responsabilidad del agente pagador y no desencadenaría un evento de crédito, dijo.
“Las apuestas son definitivamente altas”, dijo Victor Fu, director de estrategia de mercados emergentes en Stifel Nicolaus & Co. Aunque la probabilidad de un incumplimiento accidental es pequeña, “el resultado de los retrasos podría ser catastrófico”.
DC | La Patilla