Niño de 4 años se disparó accidentalmente con un revólver en San Francisco

Juan David Araque Izarra, de cuatro años, no sabía el peligro que corría cuando sostenía un revólver, calibre 38, entre sus manos. “Pensó que se trataba de una pistola de agua”, haló el gatillo en el momento preciso en el que apuntaba a su mejilla derecha, comentó un allegado a la familia, cuyo nombre no reveló.

El día del accidente, los padres del pequeño, se dirigieron hasta la casa 138 – 87 ubicada en la calle 84 del barrio La Polar, parroquia Domitila Flores del municipio San Francisco, donde vivía Amable Chourio, su abuelo, lo dejaron ahí y se marcharon sin imaginar lo que ocurriría después.

El reloj marcaba las 8.50 de la mañana, el sexagenario, entró al bañó para cepillarse los dientes. El niño quedó solo en la habitación, subió al closet, lo abrió, dentro de una de las gavetas de madera permanecía un arma de fuego, la agarró y comenzó a manipularla, comentaron los familiares de la víctima.

Al escuchar el impacto, el adulto mayor corrió hasta donde se encontraba el infortunado, lo divisó tendido en el suelo sobre un charco de sangre que brotaba de su rostro. En medio de la desesperación, lo cargó entre sus brazos, salió a la calle, gritaba, pedía ayuda de los vecinos.

En un vehículo particular trasladaron al niño hasta el ambulatorio El Silencio, los médicos de guardia hicieron todo lo posible por estabilizarlo, su estado de salud se complicó y falleció debido a una hemorragia interna.

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