El gobierno de Somalia ha culpado al grupo Al Shabab, vinculado a Al Qaeda, por el atentado perpetrado el sábado en Mogadiscio, al que consideró un «desastre nacional». Sin embargo, Al Shabab, que suele efectuar atentados en áreas destacadas de la capital, ha guardado silencio
La cifra de muertos por la masiva explosión de un camión en la capital de Somalia aumentó a 231, además de al menos 275 personas heridas, informaron fuentes de la policía y hospitales, con lo que se volvió el atentado más mortífero en la nación del Cuerno de África.
Los médicos estaban luchando el domingo para tratar de salvar a cientos de víctimas con heridas horribles, muchas con quemaduras que los han dejado irreconocibles.
El gobierno de Somalia ha culpado al grupo Al Shabab, vinculado a Al Qaeda, por el atentado perpetrado el sábado en Mogadiscio, al que consideró un «desastre nacional». Sin embargo, Al Shabab, que suele efectuar atentados en áreas destacadas de la capital, ha guardado silencio.
«A ellos no les importan las vidas del pueblo somalí, madres, padres e hijos», afirmó el primer ministro Hassan Ali Khaire. «Han atacado el área más poblada de Mogadiscio y sólo han matado a civiles».
Las sirenas de las ambulancias se escuchaban por toda la ciudad un día después de la explosión y las familias desoladas deambulaban entre los escombros de edificios en busca de parientes desaparecidos.
El presidente Mohamed Abdullahi Mohamed declaró tres días de luto y se unió a miles de personas que respondieron a una petición desesperada de los hospitales a la población con el fin de que donara sangre para las víctimas.
Muchas víctimas fallecieron en hospitales a consecuencia de sus heridas, dijo el capitán de policía Mohamed Hussein.
Abdirahman Omar, ministro de información de Somalia, dijo que el estallido fue el de mayor envergadura en la historia de la ciudad.
DC/GB