El tema de la escasez del agua por tuberías en los municipios Cabimas, Santa Rita, Simón Bolívar y Lagunillas, pica y se extiende. Los vecinos de las calles Unión, Igualdad, Impulso, Andrés Bello, avenida Universidad del sector Ambrosio II, El Lucero y R-10 de Cabimas protestaron por las fallas en el suministro del servicio hídrico. En menos de 15 días el costo del camión cisternas aumentó de 90 mil a 120 mil, precio que para la mayoría les resulta imposible de cancelar.
Hasta la fecha, no hay respuestas sobre la irregularidad que en algunos sectores, como el caso de la parroquia Ambrosio, tienen dos años sin recibir el líquido, mientras que el sector Delicias Viejas de la parroquia Carmen Herrera se ven obligados a surtirse de los camiones cisterna en lo que va de año. Jesús Camacaro, exdirector de Aguas y Drenajes del ayuntamiento de Cabimas, denunció ayer que en Pueblo Viejo, un equipo que bombea 300 litros por segundos y otro 700, siguen averiados.
“Las plantas eléctricas apenas tienen seis meses de uso y de las tres solo funcionan dos. No existe sentido de pertenencia ni autoridades y mucho menos Gobierno que intente resolver la crisis del agua en la Costa Oriental del Lago. Eso sin contar que desde hace 10 años no existe la aplicación de planes de contingencia para los sectores más afligidos con el tema del agua”, destacó el experto.
Subregión arropada
La escasez de agua agudiza cada vez más en la Costa Oriental del Lago (COL), principalmente en los municipios Cabimas, Santa Rita y Lagunillas, donde las familias se las ingenian para comprar agua a través de camiones cisterna porque es tanta la demanda que tampoco cuentan con el servicio.
En Cabimas hasta en las zonas donde había afluencia de agua por tubería ya no llega. Al municipio solo entran 500 litros de aguas por segundos que debe compartir con Santa Rita, lo que hace deficiente el servicio.
Luis Covis, miembro de la Comisión Técnica de Aguas, informó que en la estación de Pueblo Viejo se robaron los sistemas de protección de los tableros por lo que el malestar empeora gravemente. Aseguró que al robarlo dañan los sistemas de control y se paraliza las bombas.
Reemplazar los sistemas es costoso son de cobre y bronce, su sustitución es responsabilidad de Corpoelec, pero alegan que no tienen los recursos para adquirirlos.
Los afectados se las ingenian para cuidar la poca reserva que tienen y sino sobreviven comprando botellones de agua potables para cubrir las necesidades básicas.
DC | La Verdad