Ayhan Uzun, de Kayseri, una ciudad en el centro de Turquía, tomó una pistola, abrió una sesión de transmisión en vivo por Facebook y se mató.
Antes de apretar el gatillo cargó contra su hija, que decidió casarse sin su consentimiento: “Estoy transmitiendo en vivo esta noche, y mi último deseo es que quienes me pusieron en esta situación no asistan a mi funeral”.
Uzun, que estaba solo en su casa, reveló que se enteró del compromiso de su hija a través de una llamada telefónica.
Angustiado y mirando a cámara arremetió contra toda su familia. “En el día más feliz de mi hija nadie me invitó. Nadie preguntó por mí. Nadie me trató como a un hombre. Mi consuegro tomó mi lugar sin tener ningún derecho. Nadie dijo que el padre de la chica estaba vivo. Esperé y esperé, pero nadie me llamó”, dijo muy enojado.
Durante su transmisión en vivo, amigos y familiares enviaron comentarios, mensajes, emojis… pero Uzun nunca reparó en ellos. La frase final del hombre de 54 años fue: “Adiós, me voy, cuídense”. Apretó el gatillo y su cuerpo se derrumbó sobre el suelo.
DC | Infobae