Cataluña: Región española que se destaca por su potencia industrial y por haber logrado el equilibrio entre la agricultura y la industrialización. Situada al noreste de la Península Ibérica, se extiende desde Los Pirineos, limite con Francia, al Norte, hasta Castellón al Sur y desde el Mar Mediterráneo al este hasta Aragón al oeste. En su superficie de 31.968 Kilómetros cuadrados, desde la llanura tarraconense hasta las montuosidades de Lérida, se resumen todos los paisajes de Europa.
La Cataluña posee ríos de grandes saltos y embalses bien aprovechados mediante la instalación de plantas hidroeléctricas; también son utilizadas para regadíos. Es Cataluña una región agrícola y productora de materias primas gracias a la laboriosidad de sus habitantes. Un dicho lo dice todo: “el catalán, de las piedras saca pan”.
Barcelona, la más catalana de las ciudades de La Cataluña, es la dueña de los tejidos españoles y ocupa lugar preponderante en la producción vinícola de España. En Cataluña se habla catalán y castellano y, desde la Edad Media, en todo se perdió de vista, es decir, ha sido exitosa. Muchos oriundos de la moderna Barcelona contestan “yo no soy español sino catalán”.
Todo esto es verdad, pero, también es innegable que el crecimiento de Barcelona y Cataluña es el mismo crecimiento que ha logrado España como nación. Aunque distinto el caso, vale la pena hacer algunas acotaciones comparativas. Por ejemplo, el Zulia también un día quiso la independencia de Venezuela como el Estado Coquivacoa. Para ello se sabía con habitantes del corte trabajador incansable y armonioso dentro de una superficie de 63 mil 050 kilómetros cuadrados. Además, amantes de su tierra y sabedores de ser el afortunado tenedor del oro negro. Pero no era justo que el zuliano quisiera independizarse de las raíces venezolanas y dividir a Sucre, Miranda y Bolívar. En efecto, con los años, las grandes cuencas petrolíferas y gasíferas del país están reservadas en la faja bituminosa del Orinoco en el Estado Bolívar. La independencia hubiera reventado en una controversia entre naturales del Zulia contra oriundos de la Faja, es decir, del Estado Bolívar.
Como se puede observar el hombre fue creado por Dios no para ser dueño de ambiciones exageradas y de generosidad limitada, sino para crear naciones y formar pueblos. No para dividir países y sembrar vanidades sobre materias que son de todos; así, los zulianos son de Venezuela y los catalanes son de España. De suerte que los suelos y subsuelos son de la nación donde surgieron y se disfrutan. El egoísmo no puede lograr que una suerte divina otorgada por Dios sirva para fomentar diferencias o aprovechamientos políticos que los antepasados, maracuchos y catalanes, ganaron pensando en el futuro de sus pueblos y no en el de ellos.
Pensamos entonces que, independiente de lo que suceda en la Cataluña de España, Rajoy está cumpliendo con su deber y su razonamiento legal es justo y necesario para que España no se divida bajo su mandato ya que mañana se le cobraría y se recordaría con desprecio por haber permitido que España en vez de crecer se disminuya. En realidad, no es una mayoría visible de catalanes los que quieren inducir una independencia que luce frágil y, en ningún caso, Rajoy puede aceptarla porque para su visión y misión de estadista y gobernante del país del antiguo Rey Carlos V, sería una aberración la merma del estado como producto de la iniciativa de algunos propios naturales, obcecados por un modernismo que no quiere convertir las piedras en pan
DC / Luis Acosta / Articulista