La semana pasada, A propósito de las “elecciones” celebradas el 15 de octubre, titulamos nuestro artículo semanal Entramado Diabólico, tratando en lo posible de graficar lo ocurrido y lo que fue la actuación del régimen y toda la estructura del estado, para hacerse de una victoria, a pesar de que todas las mediciones de opinión pública reflejan que el 80% de los venezolanos, están inconformes o rechazan a Nicolás Maduro y la llamada revolución bolivariana.
Para reafirmar esos criterios esgrimidos y luego de escuchar muchas opiniones tanto de dirigentes de la democracia, como de ciudadanos de a pie, debo comenzar afirmando que este enjambre perverso comenzó a tejerse, desde el mismo momento que el chavismo perdió mayoritariamente las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre de 2015 y que a partir de esa fecha, la cúpula corrompida que gobierna puso en marcha un plan macabro, que marcó su inicio con el desconocimiento de hecho y de derecho de esos resultados electorales, El nombramiento por parte de la fenecida Asamblea Nacional de 33 dirigentes del PSUV, como magistrados del tribunal supremo de justicia, que fueron los encargados de tomar todas las inconstitucionales decisiones, que comenzaron con la desproclamación de los diputados del estado Amazonas, la anulación por “inconstitucional” de la Ley de Amnistía y todas las leyes y actos emanados y aprobados por el recién elegido parlamento, la declaratoria del desacato de la institución parlamentaria, inexistente figura que les permitió invadir, secuestrar y adoptar las funciones constitucionales de la Asamblea Nacional, el impedimento para realizar el referéndum revocatorio del presidente de la república perfectamente consagrado en la constitución de 1999, la postergación de las elecciones regionales establecidas cada cuatro años de acuerdo a la carta fundamental, la distracción de la supuesta validación de los partidos políticos con las perversas reglas de tutelaje del CNE, la farsa del
diálogo al cual se prestaron en distintas ocasiones varios dirigentes de la unidad democrática, para enfriar las protestas de la ciudadanía contra el régimen y pare usted de contar. Todas esas artimañas oficialistas, se combinaron con los errores imperdonables de la dirección política de la MUD y la falta de coraje del nuevo parlamento, que no estuvo a la altura para cumplir el mandato de cambio que le dimos los electores él 6D y para colmo lo que generó fue, el caldo de cultivo que sembró la desesperanza, la frustración y la indignación de un pueblo, que entregó vidas y todos sus esfuerzos en pro de buscar una salida a la dramática situación que vivimos los venezolanos.
Por las convicciones y el talante democrático del cual estamos formados, siempre hemos creído y defendido la tesis, que en las democracias se dirimen las diferencias a través del voto, pero desgraciadamente en Venezuela no hay democracia desde el pasado 6 de diciembre de 2015, porque desde esa fecha se ha enquistado una mafia en el poder, que es capaz de asaltar elecciones, comprar votos con dinero del estado, hacer hasta lo inimaginable y cometer todo tipo de delitos para perpetuarse en el poder, por eso coincido totalmente con lo afirmado por el premio nobel y líder de la humanidad el ex presidente polaco Lech Walessa, quien afirmó que “La única manera de liberar a Venezuela es desde el exilio y los venezolanos íntegros y rectos que queden el país. Ya que el caso de Venezuela es único y jamás se había parecido a nadie como los nazis que es para estudiar en la historia a futuro. Es un país que está secuestrado por un grupo de neo traficantes y terroristas. No es una dictadura porque no es un líder una sola persona en un estado neo secuestrado. Más temprano que tarde tendrá que ser intervenido por fuerzas de coalición para preservar la paz mundial”
“Quienes defienden el derecho a la vida de asesinos, avalan la pena de muerte de ciudadanos inocentes”
DC / Lic. Pedro Segundo Blanco / Ex parlamentario del estado Sucre / petersecond1@hotmail.com / @pedrosegundoABP