El crecimiento económico que hubo en los últimos años ha traído la tecnología a casa, el aumento de la comodidad y el acceso a la ayuda de empleadas domésticas y nanas. Las súper comodidades han provocado que nuestros hijos lleguen de la escuela a no hacer nada con excepción de su tarea o de las cosas que les gusta hacer. Todos los días es lo mismo, entran a casa, tiran la mochila, comen, dejan los platos en la mesa y se van directo a jugar con su videojuego, a ver la televisión o hablar por teléfono. Todo esto desde la comodidad de su segundo hogar: el sofá. ¡Se convierten prácticamente en parte del sillón!
Los hijos son como huéspedes de un hotel. La nana o la empleada doméstica les hace todo. Aunque nosotras no contemos con el apoyo de estas personas no hay nada de qué preocuparse porque te tienen a ti: su propia madre para cualquier cosa que se les ofrezca.
¿Qué pasa con las mamás? Los hemos acostumbrado a que alguien más haga las cosas por ellos y si eso requiere de nosotras, pues ni hablar. Así que parte de nuestras obligaciones de la vida diaria son: arreglar su cuarto, levantar su ropa y hasta hacerles la tarea (sólo por mencionar algunas). Parecería que ignoramos el hecho de que a cierta edad ya tienen la capacidad de hacer muchas cosas y que pueden llevar a cabo las responsabilidades hogareñas como hacer la cama.
¡¿Te has puesto a pensar que tú eres su mamá?! No eres su empleada, esclava, limpiadora u ordenadora profesional. Pero al parecer así nos tratan porque no les hemos enseñado lo contrario. Cuando nuestros hijos se convierten en seres indiferentes a nuestro cansancio o esfuerzo y parece no importarles si estamos agotadas o si papá regresó de un arduo día de trabajo para poder mantener a la familia y no son capaces de ayudar a meter las bolsas del súper, es hora de tomar acción.
Ser responsable es mucho más que una habilidad, es una actitud. Depende de los padres inculcar ese hábito y ese sentido de logro que la responsabilidad enseña a los niños. Más allá que hacer algunas tareas hogareñas, cuando participan en la casa y manejan responsabilidades (aunque sean pequeñas) su independencia y autoestima se elevarán.
P.