Para la mayoría de nosotras, el cuidado en el detalle es esencial para un encuentro íntimo inolvidable; lucir una sexy lencería, oler bien… Sin embargo, ¿esta exigencia, también la trasladamos a la salud de nuestra pareja?
Porque, queramos o no admitirlo, el cuerpo del otro puede advertirnos de peligros potenciales: ejemplo, el virus de papiloma humano (vph).
Una infección de transmisión sexual que, si bien puede desaparecer sola, en algunos casos puede terminar en el desarrollo de algunos tipos de cáncer: pene, ano, lengua, útero…”, señala el
Aunque el compañero podría estar entre los hombres que tardan años en manifestar síntomas de la enfermedad, es importante observar que en su pene no haya pequeños bultos o grupos de bolitas en forma de coliflor (verrugas).
Tampoco es bueno la presencia de secreciones “extrañas”, que se rasque mucho o bien, que la textura de la piel de su miembro se vea irregular (manchas). Esto puede ser tanto indicativo de VPH como de cáncer u otra enfermedad de cuidado.
La mejor forma es usar el condón en cada acto sexual. A parte es bueno, y habla muy bien del afecto y confianza que existe, que ambos acudan al médico una vez al año.
¡El placer no está pelado con la responsabilidad!