El resurgimiento de los casos de difteria en Venezuela generan preocupación en la Organización Panamericana de la Salud. Aunque las cifras oficiales reportan 447 casos, de los cuales siete han sido fatales, especialistas del sector salud afirman que la cifra es conservadora y no refleja la gravedad del cuadro nacional.
Venezuela se ubica así en el primer lugar en América -muy por encima de Haití que reportó 72 afectados este año- en cuanto a cantidad de casos con esta enfermedad infecciosa que ya en 1992 había recibido la etiqueta de «eliminada» en el país petrolero y que ahora ha reaparecido con fuerza.
Según el boletín de la OPS -la única data que dispone Venezuela pues el Ministerio de Salud suspendió la difusión de estos informes-, de los 24 estados del país, es el sureño estado Bolívar el más afectado con 282 casos, uno de ellos con desenlace fatal.
Varios especialistas en enfermedades infecciosas de Venezuela aseguran que en el estado Carabobo (centro-norte) y en Monagas (este) hay brotes importantes que ha dejado más de cinco fallecidos entre las dos entidades.
«En el Hospital Clínico Universitario de Caracas (HCU) tenemos a una joven de 22 años hospitalizada proveniente de El Hatillo (municipio caraqueño) que empezó a recibir el tratamiento un día después de su ingreso porque en el hospital no teníamos ni el antibiótico y la antitoxina diftérica», dijo a Efe la médico Ana Carvajal.
La especialista en enfermedades infecciosas del HCU, que es centro de referencia nacional, dice que la reaparición de la enfermedad se debe la baja cobertura de vacunación, las fallas en el diagnóstico y aún más en el tratamiento lo que refleja la existencia de un «débil sistema sanitario».
Se sabe, dice Carvajal, que el primer caso en la reaparición de la difteria en Venezuela se observó en el estado Bolívar donde existe una alta movilidad de personas provenientes de otros países por causa de la explotación minera.
El exministro de Sanidad venezolano José Félix Oletta (1997-1999) ha alertado sobre la reaparición tanto de la difteria como del sarampión y ha señalado que la prevención de enfermedades mediante vacunación «no se ha cumplido adecuadamente» en los últimos años.
En recientes declaraciones a los medios Oletta asegura que la existencia de estas afecciones en el país representa «un marcador de la situación de miseria, de hambre y de otras crisis que se superponen a la crisis sanitaria» de Venezuela.
Hace una semana, un grupo de diputados opositores se presentó ante la sede de la OPS en Caracas para denunciar la falta de medicamentos para combatir el brote de difteria.
La diputada Manuela Bolívar dijo a periodistas que en el Hospital Enrique Tejera de Valencia (Carabobo) los familiares denunciaron ante el Parlamento que a los hospitalizados con la enfermedad «no se les administra la toxina antidiftérica».
Explicó que acudieron a la OPS para que esta institución actúe como mediador, «pues el Ministerio de Salud no ofrece información», y solicite al ente estatal los datos para determinar dónde están los casos y determinar la cantidad de vacunas y antibióticos con que cuenta el país para tratar la enfermedad.
LV