La mayoría de las personas experimentan olvidos en ciertos momentos de su vida, desde dejar las luces del carro encendidas hasta no recordar si tenían una reunión familiar o de trabajo. Algunos son propios del proceso de envejecimiento y otros pueden responder a alguna enfermedad como el Alzheimer.
En el marco del Simposio Enfermedades Neuropsiquiátricas realizado durante el XXIII Congreso Venezolano de Medicina Interna, en Caracas, el doctor Aquiles Salas, médico internista y geriatra, abordó el tema: ¿Hasta cuándo es normal el olvido?, destacando que existen distintos tipos de pérdida de la memoria.
Señaló que esta es una causa común de preocupación en las personas y muchas veces el primer síntoma que acompaña los trastornos cognitivos. De allí la importancia de saber diferenciar entre unos y otros; y conocer cuáles son los factores que pueden influir en dejar de recordar cosas.
Salas explicó que hay olvidos normales y patológicos. Los primeros, se asocian a los cambios que ocurren en el cuerpo con el transcurso de los años, como la pérdida gradual de células cerebrales. “No deben ser motivo de alarma ya que suelen ser transitorios y se reducen a no recordar cosas irrelevantes como, por ejemplo, el nombre de una persona o alguna fecha”.
En este caso, la persona está consciente de que le falla la memoria y se preocupa más que la familia o los que la rodean, a diferencia de quienes tienen olvidos patológicos que no tienen consciencia de la existencia del problema siendo un familiar o persona cercana la que da la voz de alarma, explicó Salas.
Este tipo de pérdida de capacidad para recordar situaciones “se caracteriza por una sumatoria de cosas que olvida, la mayoría de ellas recientes como, por ejemplo, dónde dejó la cartera o la receta famosa con huevos que hacía, pero se conservan mucho mejor los eventos sucedidos en el pasado”.
Olvido o demencia
El también director de la Escuela de Medicina “Luis Razzetti” de la Universidad Central de Venezuela (UCV), comentó que hay algunos cuadros que semejan una demencia. En el caso de las personas mayores de 60 años, la depresión es un factor que puede confundirse con el desarrollo de un trastorno cognitivo mayor porque puede afectar algunas funciones, al igual que el delirio.
“El olvido o pérdida de memoria reciente es un marcador y un síntoma cardinal cuando se está en la búsqueda de un diagnóstico demencial de cualquier tipo: Alzheimer, vascular, de cuerpos de Levy, fronto temporal o trastornos tóxicos metabólicos”, indicó el especialista.
En ocasiones, estos problemas se expresan como la incapacidad para entender una orden o la dificultad para reconocer un objeto. Salas dijo que siempre y cuando no se haga recurrentes o se origine la prosecución de otros olvidos, no hay de qué preocuparse.
La evaluación clínica es importante para determinar si hay un trastorno cognitivo o no y en qué fase de la enfermedad se encuentra la persona. El doctor Aquiles Salas aseguró que las pruebas de pesquisa identifican más del 90% de demencias y que el entrenamiento enfocado al razonamiento puede atenuar las pérdidas cognitivas asociadas a la edad.
Cuidar nuestro cerebro
Según el médico, unas de las formas de protegerse contra los fallos de memoria es realizando actividades que permitan desarrollar la atención y la percepción a través de los sentidos, tales como leer, hacer crucigramas, sudoku u otros juegos que a la persona le gusten, realizar actividades que estimulen el uso de sus habilidades cognitivas.
Además, controlar el peso, el ejercicio físico, la recreación, evitar la diabetes, la hipertensión y manejar el estrés y las preocupaciones de la mejor manera, y resolverla, al igual que mantener la interacción social y el grado de intelectualidad contribuyen de igual manera a proteger el cerebro.
DC/NP