Los implantes mamarios, si bien son muy seguros en la actualidad, constituyen un cuerpo extraño que colocamos dentro del cuerpo, y como tal, desencadenan una serie de factores que tienden a generar defensa o protección.
Como cirujanos plásticos es imposible poder predecir cuál será la evolución a largo plazo de esa cápsula, aunque existen desde el punto de vista profesional ciertos recursos y técnicas que aplicadas de forma correcta ayudan a minimizar el riesgo de que esto se produzca.
¿Qué se aconseja? Activar los signos de alerta y promover una consulta médica ante ocho signos clásicos:
1- Aparición de dolor.
2- Cambios en la altura del surco mamario.
3- Cambios en la altura del pezón y areola.
4- Aparición excesiva del polo superior o escote.
5- Cambios de tamaño.
6- Aparición de ondulaciones.
7- Cabalgamiento de la glándula sobre el implante.
DC/G