No tener billetes para pagar a los trabajadores que ordeñan las vacas productoras de leche y deberles quincenas, porque en los bancos no hay remesas para cancelar nóminas por la falta de efectivo y los avances están prohibidos, y en los pocos casos presentes el cobro de porcentaje roza 30 por ciento, suman obstáculos al establecimiento de la producción de alimentos en Zulia.
Franco Cafoncelli, presidente de Fedecámaras Zulia, alerta que existen riesgos de impactos en la actividad agropecuaria, acercándose la fecha de pago de beneficios que cada final de año hacen los productores. “El sector involucrado ha dejado de pagar quincenas. Hay empresas agropecuarias que dejarán de producir leche. Van a tener que salir de personal”.
En reunión con la directiva de Fedecámaras se discuten los escenarios y consecuencias que apuntan a “más escasez” de alimentos. “Se busca efectivo de cualquier manera y cada vez está subiendo más de precio. Está en 30 por ciento en Zulia -comprar dinero para sofocar la demanda de un personal que está alejado de zonas bancarizadas-. Dicen que en el estado Bolívar está a 50 por ciento”, destaca Cafoncelli.
Jorge Núñez, primer vicepresidente de gremio, exige atención y respuesta. El expresidente de Gadema recuerda que en zonas rurales hay trabajadores necesitados de dinero para ayudar a sus familias. Los productores persiguen el efectivo para intentar cubrir la demanda lo que se traduce en costos, al comprar billetes con porcentajes de pago, porque en las entidades bancarias no hay repuesta a las solicitudes y la fuga de bolívares a la frontera se acentúa por el intercambio en pesos.
Cae 40% el comercio en COL
En la Costa Oriental, los efectos de la crisis por la falta de efectivo, de billetes para cubrir las demandas de usuarios, paraliza 40 por ciento del comercio. Ricardo Acosta, segundo vicepresidente de la federación, explica que las dificultades están en todas direcciones: escasez de billetes, de medios electrónicos para el pago móvil, de suficiente puntos de ventas, de fallas de internet. Los pequeños negocios, panaderías aumentan sus costos al tener que pagar para lograr bolívares o costera dos millones de bolívares por un nuevo dispositivo de lectura de tarjetas.
Y es que ni con internet pueden contar. La alternativa está restringida, ya que el robo de cables y de sistemas de comunicaciones, prolifera con el auge de la delincuencia en centro de comercios. Canfocelli advierte que la inseguridad deja sin comunicación a las empresas, imposibilita la continuación de operaciones al cortarse la señal.
LV