Los tifosi lo calificaron como el apocalipsis, pero dos semanas después de que Italia quedó eliminada de su primer Mundial desde 1958 apareció una tenue esperanza para la selección Azzurra de poder ir a Rusia 2018.
Una posibilidad que si bien parece muy lejana fue contemplada por el periódico deportivo peruano Líbero, que esta semana alertó que la participación de Perú en Rusia podría estar en peligro.
La carambola, especula, se daría en caso que la selección bicolor fuera sancionada por la FIFA a raíz de un proyecto de ley que presentó la congresista Paloma Noceda en el que estipula intervenir la Federación Peruana de Fútbol.
Las federaciones nacionales, de acuerdo al reglamento de la FIFA, deben mantener su autonomía y no someterse a un órgano gubernamental.
Según Líbero, Noceda, presidenta de la Comisión de Educación, Juventud y Deporte del Parlamento, es consciente de la grave repercusión de su iniciativa.
«Puede existir preocupación de la FIFA, pero necesitamos hacer las cosas en función del bien del deporte peruano», aunque aclaró que «ningún proyecto de ley impedirá que Perú vaya al Mundial» y aseguró que «si esto pudiera afectar, se debate y se retira. Un proyecto es simplemente un borrador».
La noticia tuvo repercusión en los medios de comunicación italianos, que se mostraron escépticos ante la posibilidad de que su selección pueda ir finalmente al Mundial.
¿Por qué Italia?
LA FIFA establece en el artículo número siete del reglamento del Mundial el criterio que seguiría en si llega a ocurrir una situación como la que se plantea.
«Si una federación participante se retirara o fuera expulsada de la competición, la Comisión Organizadora de la FIFA decidirá de manera discrecional y sin consultar con ningún otro órgano las medidas que se deban adoptar. Una de estas medidas podrá ser el reemplazo de dicha federación por otra».
Una decisión que tomaría el organismo de manera unilateral y es allí donde entra Italia, que además del peso histórico de sus cuatro títulos mundiales también cuenta con el aval económico que significaría su presencia en Rusia.
Eso se refleja en las pérdidas millonarias que se estima está sufriendo el máximo organismo del fútbol por su eliminación.
Según un análisis del programa More or less de la BBC, el costo financiero que supone que Italia no esté en la fase final de un Mundial por primera vez en 60 años se eleva a unos US$100 millones.
«El valor proyectado de los derechos de televisión para Italia se estimaba en unos US$200 millones, contando los 64 partidos del torneo», explicó el periodista Graham Dunbar.
«Italia hubiera podido disputar un máximo de siete juegos, pero el sólo hecho de haber estado hubiera subido el interés por los demás encuentros».
«Así que el hecho de no estar puede hacerte perder más de la mitad de tu audiencia, lo que se traduce en una pérdida considerable del valor de los derechos de transmisión para tu país», afirmó el reportero de la agencia Associated Press.
Crisis general
«Estar en un Mundial une a todo el país alrededor del balón. Los hinchas que siguen todo lo relacionado al fútbol —clubes, copas, ligas, torneos continentales— logran contagiar a sus familiares durante el torneo, que quieren formar parte del tema que monopoliza las conversaciones en todo el país: cómo le va a la selección en el Mundial», explicó Dunbar.
«De allí que mientras los hinchas de corazón representan un tercio de la potencial audiencia, son los otros millones los que en verdad marcan la diferencia».
Si bien se podría pensar que US$100 millones no es mucho dinero para un torneo que genera miles de millones de dólares, también es cierto que a la FIFA no le debe causar ninguna gracia perder potenciales ingresos teniendo en cuenta que el organismo está teniendo problemas para atraer patrocinadores.
«FIFA diseña su programa comercial para Rusia 2018 en base a una plataforma con espacio para 34 patrocinadores, divididos en tres categorías», agrego Dunbar.
«Algunos de ellos, que son considerados como socios, han estado con FIFA desde hace mucho tiempo, como Adidas o Coca-Cola, pero en la categoría más baja, reservada para 20 patrocinadores regionales de cada continente, solo se ha llenado uno de esos cupos cuando tan sloo faltan siete meses para el Mundial, y se trata de un banco ruso».
Una de las razones es que algunas compañías vean que Rusia, o un mercado tan pequeño como Qatar —sede del torneo en 2022— no son los mejores lugares para activar programas de patrocinio con sus clientes.
Pero también hay otro factor, y es de imagen.
«La reputación en los últimos tres años ha quedado muy dañada por ser objeto de investigaciones criminales por las autoridades de Estados Unidos, en Suiza y Francia», comentó el periodista de AP.
«De allí que en ese tiempo las compañías estudian con mucho detalle si vale la pena hacer negocios con FIFA, porque hay temor de que el organismo pueda ser implicado en los escándalos de corrupción que ha afectado a numerosos dirigentes que ocupaban posiciones importantes dentro de su organigrama».
Tanto en Perú como en Italia ven poco viable la posibilidad de una sanción a la selección bicolor y por ende la participación de la Azzurra en el Mundial.
Ausencia que lloran muchos aficionados al fútbol por lo deportivo, pero otros lo lamentan por su impacto económico.
DC | BBC Mundo