El vicepresidente desposeido de sus funciones de Ecuador, Jorge Glas, llegó hoy a la Corte Nacional de Justicia para el inicio del juicio por supuesta asociación ilícita en la trama de presuntos sobornos de la firma brasileña Odebrectht y ratificó su inocencia.
«Sí, soy inocente», dijo Glas a periodistas al llegar a la sede la Corte Nacional, en Quito.
«La renuncia a la soberanía nacional no se puede permitir y aquí estoy sometiéndome a un sistema de justicia en donde algunos actores se están rindiendo al poder político».
En su cuenta de Twitter, la Fiscalía indicó que comienza la «audiencia de juzgamiento de Jorge G. y 8 procesados por presunto delito de asociación ilícita en #CasoOdebrecht»
En la sala de audiencias también estaba Ricardo Rivera, tío del vicepresidente que también es investigado por presunta asociación ilícita.
El pasado 14 de noviembre, la Corte Nacional de Justicia determinó que Glas fuera a juicio por el presunto delito de asociación ilícita en la trama de sobornos de la constructora Odebrecht en el país.
Una semana antes, la Fiscalía había solicitado en un escrito al juez Jurado de la Corte Nacional que emitiera un auto de apertura de juicio contra Glas y otros doce procesados, entre los que figuran su tío Ricardo Rivera y el excontralor Carlos Pólit, prófugo de la Justicia, por cometer presuntamente el mismo delito.
Glas se encuentra en prisión preventiva en la cárcel número 4 de Quito desde el pasado 2 de octubre y es el político de más alto rango en el banquillo de los acusados salpicado por el escándalo de corrupción de la trama Odebrecht.
El vicepresidente, que resultó electo en la segunda vuelta electoral de abril pasado y al cual le fueron retiradas sus funciones en agosto, en medio de discrepancias con el presidente Lenín Moreno, ha defendido siempre su inocencia y achaca su situación a una persecución política y mediática.
Durante la instancia preparatoria de juicio, la Fiscalía descartó presentar cargos contra cinco procesados, cuatro brasileños -entre ellos, José Conceicao Santos, exdirector de Odebrecht en Ecuador- y un ecuatoriano.
La trama de corrupción versa sobre cinco obras adjudicadas a la constructora brasileña, una de las mayores contratistas de Latinoamérica, por el Gobierno de Rafael Correa (2007-2017).
En diciembre pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que Odebrecht pagó 788 millones de dólares en sobornos en doce países de Latinoamérica y África.
En el caso de Ecuador, dicho informe señala que entre 2007 y 2016 la constructora brasileña pagó sobornos por valor de más de 35,5 millones de dólares a «funcionarios del Gobierno», lo que supuestamente le generó unos beneficios de más de 116 millones de dólares.
DC | EFE