Estados Unidos planea revivir milicias en Afganistán
Mientras el gobierno de Afganistán intenta frenar la insurgencia talibán, los militares estadounidenses buscan revivir el malestar habitual. También los abusos provocados por las milicias locales.
Organismos de todo el mundo como la ONU advirtieron el riesgo de los proyectos, por lo que presionaron al presidente de Afganistán para que rechace la iniciativa estadounidense.
Las instituciones aseguraron que las nuevas milicias se parecen a la Policía Local Afgana, por sus violaciones graves de los derechos humanos y por desestabilizar pueblos al desautorizar al Gobierno central.
La llamada Fuerza Territorial Militar Nacional Afgana, unas entidades de autodefensa compuestas por hombres reclutados a nivel local y que ejercen en sus propias ciudades, se probará al principio con 1.000 hombres, una vez que el presidente afgano Ashraf Ghani apruebe la iniciativa, y acabará estando compuesta por unos 20.000 hombres. Su propósito, según una iniciativa de la OTAN que circula entre las embajadas, será normalizar las superficies liberadas por las fuerzas de seguridad regulares y procurar el orden y la ley en Afganistán.
Una apuesta osada
No obstante, algunos suponen que las fuerzas tienen la posibilidad de intensificar rivalidades ya que va a ser complicado de regular. El Batallón nacional, que supervisará las novedosas fuerzas, en este momento se encuentra marcado por una fuerte falta de liderazgo.
La policía afgana, de formato semejante y establecida en 2009, ejerce frecuentemente milicia personal para figuras capaces que son quienes seleccionan a sus integrantes. En varios sitios fueron acusados de tortura, extorsión, ejecuciones extrajudiciales y abusos sexuales a jóvenes. Nada de la novedosa iniciativa recomienda que se vaya a integrar custodia contra estos abusos. Los portavoces militares norteamericanos en Kabul no respondieron a los numerosos requerimientos para que dieran su versión.
En la estela de Donald Trump
Fuentes occidentales aseguran que las milicias socavan la autoridad del Estado afgano. La política está en la línea de la filosofía de Donald Trump. “Esta política es el resultado lógico del alegato de Trump”, dijo un diplomático occidental. “Si declaras que estás basado en matar terroristas, entonces matar se transforma en el centro de tu política”. Human Rights Watch señaló la propagación de las fuerzas irregulares: “Podría tener secuelas peligrosas para los civiles”.
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