Rafael Ramírez, el exhombre fuerte del sector petrolero en Venezuela que fue forzado a dejar su cargo como embajador ante la ONU, dijo a Reuters que espera el momento adecuado para volver a su país en medio de una tensa lucha política de cara a la elección presidencial 2018 y una creciente cruzada anti corrupción.
Hasta ahora, la investigación se ha enfocado en la petrolera estatal PDVSA, liderada por Ramírez por más de una década.
Autoridades han acusado más de 65 personas, entre ellas dos expresidentes de la compañía que también fueron ministros de Petróleo durante el mandato de Nicolás Maduro.
“(Si van contra mí) sería una de las peores maniobras políticas para destruir una figura relevante del Gobierno de (el fallecido presidente Hugo) Chávez”, dijo Ramírez.
Ramírez sostuvo que no ha sido contactado por fiscales de Venezuela o Estados Unidos que investigan casos de corrupción relacionados con PDVSA y sus subsidiarias, algunos de los cuales ocurrieron cuando él estaba al mando de la estatal. “No estoy vinculado a ningún hecho de corrupción, me he cuidado mucho de seguir los mecanismos de control y el rendimiento de cuentas”, agregó.
DC | Reuters