Keira Walcott pasó siete meses durmiendo maquillada para que su novio no se diera cuenta de la enfermedad que padecía.
El suplicio de esta joven británica inició cuando tenía 10 años y notó que unas extrañas manchas blancas comenzaron a salirle en varias partes de su piel.
En efecto, eran las primeras señales del vitiligo: una enfermedad de tipo auto-inmune que se caracteriza por generar pigmentos de coloración más clara en algunas partes del cuerpo.
“Al inicio no me molestó mucho, hasta que algunos compañeros de colegio me llamaban La Pirata Manchada (…) mi confianza era tan baja que la única forma en que encontré el coraje para enfrentarme al mundo era con base de maquillaje” contó Keira.
En ese sentido, afirmó que pasó muchos meses durmiendo maquillada para que su pareja no notara su padecimiento, no obstante, cuando supo la verdad, la aceptó tal cual.
“Owen me aceptó cuando supo la verdad y supe que tenía que tratar de convertir mi batalla con la condición en algo positivo (…) casi no tuvo ninguna reacción, solo lo aceptó y me dio un abrazo (…) me sentí idiota por ser tan paranoica y fue un alivio dejar la verdad fuera”, finalizó.
DC/N24