No soy hombre de excusas porque significan inacción y pueden parecer una estrategia de vida que poco a poco se transforman en un problema, tanto para quien las da como para quien las sufre. Confieso que jamás pensé que perderíamos las elecciones del pasado domingo 10-D, tan importantes y decisivas para el estado Zulia. Recorrí todo el estado, palmo a palmo, al lado del todo terreno Manuel Rosales, quien siempre transmitía fuerza, organización y vitalidad en cada recorrido, en cada uno de los rincones que visitamos en esta heroica campaña electoral, corta pero contundente, en todos lados, siempre escuchamos frases de la gente humilde, las cuales se clavan en el corazón por la forma como los ciudadanos más pobres y desatendidos hacían sus peticiones: “Manuel ayúdanos, tenemos hambre”. Como pensar en perder, si estaba en juego el porvenir de la gente, el futuro de los jóvenes, el progreso del Zulia.
Entendimos todos los pronósticos de los optimistas, de los aliados y amigos, así como también, enfrentamos las adversidades de nuestros aliados, luchamos contra el candidato del régimen Omar Prieto, luchamos contra la abstención, contra la desesperanza carajo, pero lo que más dolor nos causo fue luchar contra dirigentes opositores, que en el desespero por la victoria que pudimos obtener en buena lid, optaron por el camino equivocado de la traición, no sólo promoviendo y fomentando la abstención, sino lo más grave que pudieron cometer fue estimular el voto a favor del candidato del Omar Prieto.
A los compañeros que se prestaron para ese triste espectáculo político, les quiero recordar que fueron los mismos que en enero de 2016, gritaron que en seis meses destituirían al presidente Maduro, que se esforzaron para validar los partidos políticos ante la presión del CNE, los mismos que se dejaron llevar por los cantos de sirena impulsado por el “dialogo de las mentiras”, los mismos que aceptaron pasivamente la suspensión del referendo revocatorio presidencial. Los mismos que durante este 2017, impulsaron y apoyaron la protesta cívica del pueblo por las reivindicaciones para la libertad de los presos políticos, por la crisis humanitaria nacional, por elecciones libres y transparentes, los mismos quienes luego del llamado a más de tres meses de protestas con el saldo de 150 jóvenes asesinados en las calles de Venezuela, aceptaron el llamado de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), a elecciones para gobernador, entonces no es justo, que luego, cambien de actitud política, de allí, los resultados nefastos del pasado domingo.
La falta de entusiasmo que recorrió los cuatro puntos cardinales a raíz de la renuncia a la gobernación, le sintió mucho a los Zulianos, llego a crear desconfianza y fatiga emocional, a esos compañeros que optaron por abstenerse para castigar a quienes con valor y coraje dimos la cara para defender el Zulia, les digo que no nos rendiremos jamás. Volveremos para salir de este escenario obscuro, tétrico y triste en el que nos metió un grupo de políticos opositores que todo lo miran bajo el prisma de su ego inhumano, se necesita mucho apoyo, cariño y además es necesario realizar un logro más allá de lo ordinario.
Hoy, les quiero recordar a todos quienes asumieron esa actitud anti política que por siempre en su alma permanecerá tal incumplido al Zulia, también les recuerdo que el ZULIANO los va estar esperando en la bajaita, sobre todo, la gente humilde que desea un cambio urgentemente…. Insisto, nunca pensé perder, pero por sobre todas las cosas, mantengo y sostengo que la unidad es la clave.
DC / Joaquín Chaparro / Ex Concejal de Maracaibo / @joaquinchaparro