¿Eres terca? Estas son las cinco ventajas de esta personalidad… ¡Con esto, ten la razón siempre!

Las percepciones y los adjetivos, a veces, juegan en contra de una misma ¡y de los demás! Y el ser terca es una de esas etiquetas que, sin embargo, no es tan negativa como se suele creer. Si has sido calificada más veces de las que puedes contar, es hora de que conozcas el lado bueno de serlo.

El egocentrismo, mal temperamento y la competitividad se asocian con estas personas que parecieran no querer dar su brazo a torcer en la vida. Ahora, ¿te has preguntado si eso no es una ventaja en ciertas ocasiones?

Ser terca: 5 ventajas de estas personalidades

Tomar decisiones

Para las mujeres y hombres más pasivos, este no es un proceso fácil. Para ti ¡es todo lo contrario! Pues no solo eres más rápida al decidir, sino que te cuesta poco porque sabes lo que te gusta y lo que no. Solo cuida no ser muy enfática con quienes te rodean, porque podrías intimidarlos.

No hay imposibles

La perseverancia es otra de las cualidades que te distinguen. Al ser terca no desestimarás ningún objetivo que te hayas propuesto, por muy difícil, lejano o ideal que se vea. Créenos, el no rendirse –ya sea al hacer dieta o crear tu propio negocio– es muy favorable, y te separa de la mayoría.

Punto de vista

Aunque se suele decir que los tercos tienen mentes estrechas, o que no están dispuestos a ceder en nada; lo cierto es que sí escuchan diferentes opiniones y analizan las diferentes perspectivas. Solo que, al final, termina guiándose por sus propias reglas. Decir que son poco influenciables es quedarnos cortas…

Méritos

Todas queremos hacer realidad nuestros planes y anhelos; pero al ser terca confiarás ante todo en ti misma. Tu intuición te facilitará las cosas, y aunque creas que caes en el grupo de los egoístas, estás construyendo un camino menos convencional.

Rebeldía

¿Cuántas veces hemos escuchado a nuestras madres y abuelas utilizar esta palabra? Lo bueno de ser terca es que, en tu fuero interno, eres algo rebelde pues andas a tu propio ritmo. Por supuesto, te exiges más cada día, eres perfeccionista y hasta puedes llegar a ser algo controladora; pero si esto no representa una carga para ti, tampoco debería serlo para otros individuos.