La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) prepara para principios de 2018 un informe exhaustivo sobre la situación en Venezuela, que considera de “doble extrema preocupación”, y ha vuelto a pedir oficialmente al Gobierno que le permita visitar el país.
“La decisión de producir un informe sin visita no es usual en la CIDH, solo se ha hecho esto en situaciones muy extremas, pero es nuestro deber y no se puede esperar más”, explicó hoy en declaraciones a Efe en Washington el secretario ejecutivo del organismo, Paulo Abrão.
El jurista brasileño, al frente de la Comisión desde agosto de 2016, asegura que Venezuela está en el “centro de la atención” del organismo, que este año ha vuelto a formalizar dos solicitudes para visitar el país, a las que el Gobierno de nuevo ha respondido negativamente, o no ha contestado.
La última visita que la CIDH pudo hacer a Venezuela fue en el 2002, de la cual hizo un informe crítico sobre derechos humanos y democracia publicado al año siguiente. Desde entonces, nunca más ha sido autorizada a viajar al país.
“Reiteramos la disposición de entrar en el país para una visita, pero ellos no nos lo permiten. El informe va a recoger lo que nosotros tenemos sistematizado por medio de insumos generales, por distintos canales, por un conjunto de denuncias de ciudadanos con coraje que vienen para visibilizar la situación que están viviendo”, explicó Abrão.
La Comisión hace así “uso integral de sus herramientas” para atender la crisis venezolana, entre ellas sus numerosos comunicados condenando “los hechos más graves”, así como medidas cautelares de protección para los opositores al Gobierno o varias audiencias públicas sobre el país en todos sus periodos de sesiones.
“La Comisión tiene todas sus herramientas en su máxima potencia para responder a la situación de Venezuela que es una situación dramática que exige por parte de la región una respuesta contundente”, aseguró el secretario ejecutivo.
“La situación actual en Venezuela es de doble extrema preocupación, por un lado en términos de funcionamiento de las instituciones democráticas, de la independencia de los poderes, libertad de expresión, represión de disidentes, y por otro en cuanto a derechos básicos de las personas, escasez de medicinas, alimentos básicos, escalada de los precios”, sostuvo.
DC | EFE